El blog de los sueños y el descanso

Cuando son fiestas, y sobre todo en Navidad, solemos viajar para reunirnos con nuestros familiares, amigos y otros seres queridos. Normalmente, cuando los viajes son largos, solemos llegar a nuestro destino con la sensación de estar bastante cansados, como si hubiésemos hecho el viaje a pie o corriendo. Esto se debe principalmente a que, en ocasiones durante el trayecto, dormir y descansar se convierte en todo un desafío. La incomodidad de los asientos de los aviones o los autobuses, el tener que viajar con gente a tu alrededor, los gritos de los más pequeños, etc.. son algunos de los factores que impiden que podamos descansar mientras viajamos.

Dormir es fundamental para que nuestro cerebro se recupere y sentirnos así bien con nosotros mismos y con energía suficiente para sobrellevar el día a día. Aunque en ocasiones no sea tarea fácil, te proponemos una serie de consejos que puedes poner en práctica cuando viajes:

1. Intenta respetar los horarios de sueño. En la medida de lo posible, trata de coger el avión o el autobús durante el día. Así, podrás descansar como es debido durante la noche en tu propia cama y el viaje te resultará más llevadero.
2. Lleva ropa cómoda. Es preferible que viajes con ropa ancha y elástica, que no apriete. Así evitarás molestias y sentirte incómodo mientras estás sentado.
3. Usa los cojines en forma de U. Te ayudarán a reposar la cabeza y evitar dolores cervicales por adoptar malas posturas durante el trayecto.
4. En los asientos del pasillo, mejor. Estos asientos te permiten estirar las piernas, siempre y cuando no entorpezcan el paso de los otros viajeros.
5. Ponte el cinturón de seguridad siempre. Además de estar más seguro, el cinturón te sujetará para evitar que tu cuerpo se mueva mientras viajas.
6. No bebas alcohol ni cafeína antes de viajar. Evita cualquier tipo de bebida estimulante, puesto que estarás más alerta, nervioso y te resultará más difícil poder descansar.

Esperamos que estos consejos os sirvan de ayuda para poder disfrutar al máximo de vuestros viajes.

El triptófano es uno de los aminoácidos esenciales en la nutrición humana y que se encarga de promover la liberación del neurotransmisor serotonina, involucrado en la regulación del sueño y el placer. Las comidas más típicas de la Navidad, como por ejemplo el pavo, contiene altos niveles del aminoácido del que hablamos: el triptófano. Según nos informa la wikipedia, su punto isoeléctrico se ubica a pH=5.89 y a ansiedad, el insomnio y el estrés se benefician de un mejor equilibrio gracias al triptófano. Para gozar de la mejor salud y tener un sueño reparador durante la noche, se recomienda una dieta equilibrada rica en este tipo de aminoácido.

Otros alimentos que cumplen la misma función y que solemos comerlos en mayor cantidad durante estas fiestas son las nueces y los turrones de almendra. Se ha comprobado científicamente que las nueces, las almendras y las avellanas ayudan a reducir en un 50 por ciento los riesgos de sufrir enfermedades del corazón. Las almendras en concreto son los que más calcio, manganeso, ácido fólico y proteína contienen que otras tipos de frutos secos. Por otra parte, se recomienda no abusar de estos alimentos puesto que tienen un alto contenido calórico y pueden provocar aumento de peso.

Si no os gustan los frutos secos, otros alimentos adicionales ricos en triptófano son también la leche y todos sus derivados.

Entre otros muchos beneficios propios del triptófano encontramos los siguientes:

1. Favorece el sueño, ya que la serotonina es precursora de la hormona melatonina, vital para regular el ciclo diario de sueño-vigilia.
2. El efecto tranquilizante de la serotonina actúa con un ansiolítico.
3. El triptófano ayuda a que la serotonina controle el apetito evitando así la típica ansiedad por la comida, sobre todo en aquellas personas que no pueden dejar de comer todo el día.
4. Al actuar sobre el estrés nos puede ayudar "de rebote" a controlar los niveles de insulina, ya que esta hormona acusa, en gran manera, el estado de nuestro sistema nervioso.

Así que ya sabéis, estas Navidades a comer pavo, frutos secos y a beber leche, siempre con moderación, y dormiréis mucho mejor.

¡Felices Fiestas y Felices sueños!

Estamos a un día de las fiestas de navidad. Se acercan las vacaciones, reuniones con los seres más queridos, regalos, sorpresas y sobre todo, mucha ilusión. Sin embargo, la navidad nos muestra también la otra cara de la moneda: excesos de comida, alcohol y tabaco, grandes gastos, cambios en la rutina diaria, tanto de los adultos como de los más pequeños, etc… Que, en ocasiones, pueden perturbar el sueño de cada uno de los miembros de la familia.

A continuación te vamos a dar una serie de consejos y recomendaciones para que podáis descansar como es debido durante estas fiestas y así, disfrutéis al máximo de la Navidad.

Cambios de la rutina

Cuando llegan las fiestas se produce un cambio radical en la rutina diaria a la que estamos acostumbrados, tanto para los adultos como para los más pequeños. Cuando los niños no van al colegio y tienen demasiado tiempo libre, puede que su conducta se vea afectada. Además, con las emociones típicas de estas fechas, es normal que les cueste dejar sus juguetes e irse a dormir relajados. En estos casos es recomendable que el niño se mantenga ocupado realizando tareas como: jugar en familia o al aire libre si el tiempo lo permite, hacer deporte, ayudar a organizar los eventos navideños: comidas, compras, etc.. Así se sentirá bien consigo mismo y pasaréis un genial rato todos juntos.  

Aunque la rutina cambia, se debe mantener una regularidad respecto a los horarios de sueño a los que estamos acostumbrados, en la medida de lo posible. Sabemos que en ocasiones puede ser difícil, pero intenta siempre respetar los horarios de sueño y que los niños no se vayan a la cama tarde ni que se levanten por la mañana demasiado temprano.

Excesos de comida, alcohol y tabaco

En estas fechas es habitual comer mucho demasiadas veces durante varios días seguidos: nochebuena, navidad, segundo día de navidad, nochevieja, etc… Las comidas copiosas y la sensación de hinchazón, pueden impedir que descansemos bien durante la noche. Por ello es importante tener en cuenta que no se deben compensar unas comidas con otras. Si te saltas una comida para aprovechar otra, tendrás más hambre y será más difícil contenerse y no abusar. Intenta comer de todo pero moderadamente. Y, si cocinas tú, haz un menú lo más saludable posible: sabroso pero con poco contenido calórico. Por último, trata de no abusar de los dulces.

Respecto a los excesos de alcohol, aunque es común que aumente el consumo durante estas fechas, trata de moderar las tomas. El alcohol perjudica la calidad del sueño e impide que descansemos como es debido. Lo mismo ocurre con el tabaco. Así que, lo más recomendable es que se desarrollen las fiestas en espacios sin humo o, que se limite el consumo en la medida de lo posible.

Preocupaciones varias

En estas fiestas pasamos mucho tiempo organizando comidas y preparando otras sorpresas, lo que aumenta las preocupaciones porque todo salga bien y otras respecto a los excesivos gastos típicos de estas fechas. Además puede provocar estrés y nerviosismo que impide que podamos dormir tranquilamente por la noche.

Por ello, hay que tener en cuenta que únicamente son unos días y confiar en que todo saldrá bien porque lo importante es estar en familia y pasar un buen rato todos juntos. Respecto a los gastos navideños, lo más recomendable es hacer una lista de lo que realmente necesitamos y, evitar irse por las ramas una vez se esté por las tiendas.

Cuando sea hora de dormir: dejar las preocupaciones de lado, disfrutar del colchón y tener felices sueños.

Todo el equipo de Dormitia os desea ¡las mejores fiestas y un próspero año nuevo!

Dormir es fundamental y, todos lo sabemos. Como normal general, necesitamos un buen colchón y ropa de cama cómoda para vestir nuestra colchón y evitar que nuestros sueños pasen frío en invierno ni excesivo calor en verano.

Sin embargo, aunque el hecho de dormir es el igual en todos los casos, otros aspectos del sueño como las medidas del colchón, de las almohadas y de la ropa de cama varían dependiendo del país donde nos encontremos.

En España las medidas más habituales de los colchones son 90 x 190 cm y 105 x 190 cm para camas individuales y 135 x 190 cm ó 150 x 190 cm para las de matrimonio. Aunque normalmente el largo de la cama suele ser de 190 cm cada vez son más las personas que prefieren disponer de unos centímetros más de largo y optan por colchones de 2 metros de largos, conocidos como King Size. En Alemania concretamente, los colchones siempre son de 2 metros como mínimo de largo y 140 como mínimo de ancho. Estas medidas más particulares, 120 cm y 140 cm de ancho, propias de los países escandinavos, están ganando popularidad en nuestro país cada día más. En Dormitia disponemos de colchones de medidas especiales de 80 cm, 120, 140, 160, 180 y 200 cm de ancho, combinados con medidas de hasta 2 metros de largo.

Al igual que sucede con las medidas de los colchones, también existen diferencias culturales sobre las dimensiones de las almohadas. En España existen almohadas de medidas 67, 70, 75, 80, 90 y 105 cm para las camas de tamaño individual (80, 90 y 105 cm). Para camas de matrimonio se suelen utilizar dos almohadas individuales para maximizar la comodidad y el descanso de cada durmiente. Aunque, para aquellos que prefieran compartir, existen almohadas de tamaño doble: 135 y 150 cm. En países como Alemania por ejemplo, las almohadas son siempre individuales, tanto para camas de uno como de dos, y de medida fija de 80 x 80 cm.

Relacionado con lo anterior, también existen diferencias notables de costumbres entre unos países y otros respecto a la ropa de cama. En la península estamos acostumbrados a usar fundas nórdicas, colchas, mantas, etc.. de tamaño doble siempre para camas de matrimonio. Es decir, una cama doble, ropa de cama doble. Sin embargo, en otros países es común ver camas dobles donde cada durmiente dispone de su propia ropa de cama individual. Concretamente en Alemania los matrimonios, utilizan dos fundas nórdicas, con dos rellenos diferentes, una para cada uno. Así evitan problemas de sentir frío cuando uno cambia de postura en la cama.

¿Qué más diferencias o peculiaridades de otros países conocéis respecto al mundo del sueño?

Como todos sabéis, dormir es fundamental para sobrellevar el día a día con energía y positivismo y además nos permite gozar de mejor salud. Sin embargo, para que el dormir sea reparador y consiga limpiar el cerebro durante la noche, hay que tener unos buenos hábitos de sueño. Cuando dormimos nuestro cerebro sigue funcionando y su trabajo consiste fundamentalmente en “limpiar la suciedad”. Podríamos compararlo, por ejemplo, con la situación de cuando termina una gran fiesta, un cumpleaños de niños o un estreno de una película,  todos se marchan y toca limpieza. Cuando dormimos, nuestro cerebro se encarga de ello.

Otros problemas que pueden dificultar el sueño e impedir que el durmiente descanse y se recupere son la fibromialgia, apnea del sueño, síndrome de las piernas inquietas y otros trastornos del sueño.

Cuando por estos u otros motivos la falta de sueño perdura en el tiempo, podemos sufrir los siguientes síntomas:

1. Depresiones sin motivo aparente
2. Problemas para recordar lo que se ha escuchado o leído recientemente
3. Olvidar con facilidad cualquier información que nos acaban de dar (como un nombre, teléfono o dirección)
4. Descenso de la productividad en el trabajo
5. Sentirse negativo y con mal humor permanente
6. Vivir estresado y agobiado, etc....

Para evitar sufrir estos trastornos, debes concienciarte de la importancia vital que tiene el descanso, asegurarte de que duermes sobre un buen colchón y tener una buena higiene del sueño.