El blog de los sueños y el descanso

El Feng Shui, literalmente se traduce como viento y agua, es un sistema de estética china que utiliza la doctrina taoísta para atraer la armonía y mejorar la vida de las personas. Las escuelas del Feng Shui estudian las formas y la orientación de las cosas que forman el entorno. También trata con la energía de las personas, del espacio y de las cosas que lo ocupan para estimular el flujo del chi -energía positiva- y conseguir salud y felicidad.

Una de las bases principales del Feng Shui es que la influencia de la orientación y la ubicación de las cosas en general y también de los muebles y las habitaciones de nuestra propia casa.

Teniendo en cuenta que durmiendo pasamos un tercio de nuestra vida, que supone un total de 22 años aproximadamente, es esencial que nuestra cama esté colocada en una posición correcta en nuestra habitación.

En general, la ubicación de la cama debe ser centrada en la habitación y junto a la pared por la parte de la cabeza, conectadas por un buen cabecero para que de seguridad. Lo ideal es que se pueda acceder a la cama libremente por ambos lados sin que hayan paredes, aparatos u otras habitaciones a su alrededor. Es fundamental que la cama no esté en línea recta con la puerta y que la cabeza esté orientada hacia el norte o hacia el este. Se pueden combinar mesas de noche a ambos lados para que mejoren la energía de la habitación.

También se dice que hay que evitar dormir bajo de la ventaja, tener objetos debajo de la cama y no poner objetos tipo ventiladores o lámparas grandes colgados encima del colchón.  

Cuidando la orientación de las cosas en nuestra habitación podemos conseguir, según esta doctrina, un mejor descanso y bienestar.

Si sueles dormir en tu propia cama sólo y generalmente siempre en la misma postura, en este artículo te contamos lo que revela sobre tu personalidad dicha postura. Según el doctor Samuel Dunkell, la posición que una persona elige en la cama cada noche tiene que ver con la forma de sobrellevar su día a día. Añade que cada posición afecta a su propia vida ya sea positiva o negativamente.

La periodista y psicóloga Janet Kinosian, autora de “La mujer bien descansada: 60 sugerencias para conseguir una buena noche de sueño”, que hemos conocido a través de la revista digital EM.com, nos comenta cuatro posiciones comunes al dormir y su significado:

• De espalda, con los brazos a los lados. Esta posición se caracteriza por ser más abierta y también vulnerable. Es común en las personas con bastante confianza en sí mismas y típica de los emprendedores o empresarios con dificultades a la hora de desconectar de su trabajo.  

• Boca abajo y los brazos extendidos y doblados. Las personas que suelen dormir en esta posición suelen tener grandes tendencias compulsivas, son testarudas y persistentes, y están orientadas hacia los objetivos.
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• “Semi-fetal” De costado y rodillas algo flexionadas. Esta es la posición más recomendada a la hora de dormir. Las personas que usan esta posición suelen ser conciliadores y comprometidos.
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• Posición fetal. Las personas que duermen en esta posición se caracterizan por ser altamente emocionales, creativas y muy sensibles.

¿Eres de los que necesitan tener la luz o el sonido leve de la televisión para caer en brazos de Morfeo? Si es así te recomendamos que leas este post:

Según un artículo publicado por expertos de la Universidad Estatal de Ohio, en Estados Unidos, se ha descubierto que el hábito de dormir con la televisión encendida aumenta el riesgo de sufrir depresión en las personas.

Los resultados se extrajeron de la investigación con 16 hamsters, de los cuales la mitad durmió en absoluta oscuridad mientras los demás lo hacían con un nivel de luz equivalente al que produce el brillo de un televisor encendido en una habitación a oscuras.

Tras ocho semanas de investigación continua, se descubrió que los animales que dormían expuestos a la luz de la televisión habían tenido cambios su estado de ánimo que acabaron en depresión.

La causa del desarrollo de esta enfermedad se observó en los cerebros de estos animales. Al parecer, las neuronas tenían, en la zona del hipocampo del cerebro, menos espinas dendríticas de lo normal. Lo que implica, según la revista digital Muy Interesante, que la comunicación entre sus células nerviosas se habría visto reducida. El investigador Rand Nelson explicó que el nivel de luz óptimo que necesita el cerebro de los mamíferos para descansar es sorprendentemente bajo.

Si existe demasiada luz en el entorno del durmiente, el cuerpo puede producir una cantidad inadecuada de la hormona melatonina que, al ser la encargada de conciliar el sueño, podría dificultarlo. Por ello, recomendamos que se tenga cuidado a la hora de dormir con este tipo de aparatos y que se tenga una buena higiene del sueño. Como ya sabéis, lo primero es la salud.

¡Dulces sueños…!

¿Te cuesta despertarte por las mañanas? Si eres de los que no escuchan la alarma, la luz del día no les invita a despertar o de los que sienten que levantarse de la cama es la tarea más difícil del día, no te preocupes. Puede que la explicación resida en tu genética.

Según un artículo publicado en la revista digital Nature se ha descubierto un gen, llamado CG4857, que cuando no está presente en la estructura genética dificulta que el ser tenga un ciclo regular y que además, presente dificultades a la hora de reaccionar por la mañana. Este gen podría estar relacionado directamente con el reloj biológico, responsable de que estemos despiertos y activos con la luz del día y que, por el contrario, estemos cansados y tengamos sueño por la noche.

Aunque los hallazgos hayan sido en los genes de las moscas de la fruta, los resultados podrían explicar por qué a algunas personas les cuesta tanto reaccionar por las mañanas. Uno de los resultados de estos estudios fue que, al parecer, el reloj biológico de estos insectos duraba dos horas más de lo habitual, es decir, el día tenía 26 horas en vez de 24. 

Si te interesa puedes leer también artículos relacionados como por ejemplo: tips para levantarte temprano, consejos para conseguir una buena higiene del sueño o puedes descubrir el curioso caso de la Bella durmiente que durmió durante 64 días. ¡Esperamos que os gusten!