El blog de los sueños y el descanso

La música tiene grandes efectos en las personas: estimula nuestro cuerpo y afecta directamente a nuestro estado de ánimo. En los bebés sucede exactamente lo mismo. Según los expertos, a partir del quinto mes los fetos escuchan las voces de sus padres dentro del vientre materno. Y, naturalmente, también escuchan la música que pueda sonar cerca de la madre.

Está demostrado que la música relajante y tranquila afecta directa y positivamente en el desarrollo intelectual de los bebés. Por esta razón es recomendable que las madres, durante el embarazo, dediquen 10 minutos dos veces al día a ponerle música relajante a su bebé. Luego, cuando nazca el bebé, las canciones de cuna y la música que escuche de nuevo, tendrán múltiples beneficios para su desarrollo emocional e intelectual.

Las canciones de cuna o nanas son música tranquila, dulce y relajante que ayudan al bebé a dormir mejor y a sentirse querido. Los bebés, durante su primer año de vida, necesitan que se satisfagan sus necesidades básicas, se les dé mucho cariño y se les cante. Sí, puesto que, como hemos comentado antes, la música tiene un efecto muy positivo en ellos. Además de relajarlos, les ayuda a recordar su feliz estancia en el útero materno y les dá seguridad. Por si fuera poco, también ayuda al desarrollo afectivo y emocional, agudiza el sentido auditivo e influye positivamente en el proceso de aprendizaje del bebé.

Como vemos, la música es mucho más importante de lo que creemos. Por esta razón no debes preocuparte si crees que desafinas al cantar o piensas que no tienes una voz bonita. Ten por seguro que para tu bebé, tu voz es el sonido más agradable del mundo.

Seguro que alguna vez has probado a dormir como “Dios nos trajo al mundo” pero tal vez no sabes que está totalmente recomendado por los médicos por su influencia positiva en nuestra salud y bienestar. Sí, como oyes: dormir desnudos nos beneficia.

¿Cuáles son los beneficios?

1) Dormir libres de ropa ayuda a que nuestro cuerpo mantenga una temperatura un poco más fría, ideal para descansar mejor. Según afirman los expertos, tu piel y tu pelo conseguirán un aspecto mucho más bello y atractivo.

2) Conseguiremos una mejor circulación sanguínea y mayor relajación física y psíquica al no sentir la opresión que la ropa, sobre todo la más ceñida, ejerce sobre nosotros.

3) Prevención de infecciones: al dormir sin ropa, disminuye la temperatura y la humedad en la zona más íntima lo que nos ayudará a sufrir menos infecciones en dicha zona y de tipo urinario.

4) Aumenta tu autoestima y el bienestar con uno mismo. Al dormir desnudos y enseñar nuestro cuerpo tal y como es, ayudamos a mejorar la autoestima y a sentirnos más cómodos con nuestro propio aspecto.

5) Mejora y estimula la vida sexual. Estar desnudos favorece el contacto piel con piel y crea un clima propicio para activar la llama y realizar actividades sexuales.

6) Ayuda a cuidar la línea. Descansar bien reduce las ganas de ingerir alimentos menos saludables y más grasientos. Durmiendo desnudos, dormimos y descansamos mejor y por tanto, al día siguiente comemos mejor.

¿Qué te ha parecido? ¿Conocías todos estos beneficios?

Cada noche cuando nos acostamos se producen una serie de cambios en el organismo de nuestro cuerpo y unas actividades que nos permiten mantener un equilibrio físico y mental necesario.

Gracias a los estudios realizados se han detectado varias fases durante el sueño que forman ciclos: una fase de ondas largas o lentas, llamada sueño NO REM y otra de sueño paradójico, llamada REM. Durante la noche podemos tener entre cuatro y seis ciclos y suelen durar unos 90 o 100 minutos. Además en cada fase o ciclo se dan distintos parámetros de frecuencia cardíaca, ritmo respiratorio y conductancia eléctrica de la piel.

¿Cuáles son las fases del sueño?

Existen 5 fases: las cuatro primeras componen la parte NO REM del sueño y la última es la fase REM.

Fase I: Sueño ligero o adormecimiento: es el paso de la vigilia al sueño, dura unos 10 minutos y se pueden dar pequeñas alucinaciones en la entrada y salida de la misma. En esta fase también se dan movimientos oculares lentos.

Fase II: Sueño ligeramente reparador que suele ocupar el 50% del tiempo de sueño del durmiente. Aquí el ritmo cardíaco y respiratorio disminuyen y sufrimos variaciones de estados de calma y actividad lo cual nos hace más difícil el despertar en esta fase. Es muy común sentir que nos desinhibimos de la realidad durante este sueño y muchos lo manifiestan soñando con la popular caída al vacío, tropiezo con algún objeto, etc.. que hace que nuestro cuerpo reaccione moviéndose de forma rápida y brusca en la mayoría de las ocasiones.  

Fase III: es el paso hacia el sueño más profundo. Suele tener una duración máxima de 2 a 3 minutos. Si el durmiente despierta en esta fase puede sentirse realmente confundido y aturdido.

Fase IV: Sueño profundo o DELTA. En esta fase disminuye en ritmo cardíaco y también el respiratorio y la actividad cerebral. Suele durar unos 20 minutos y no se es común que se produzcan sueños. La fase IV es la responsable de tener un sueño reparador y relajante o por el contrario malo, teniendo alteraciones como el sonambulismo.

Fase REM: Sueño paradójico. Las características principales de esta fase son: gran actividad cerebral, inmovilidad total del durmiente y movimientos oculares muy rápidos. Aquí se dan los sueños que luego normalmente recordamos así como también las pesadillas. Suele ocupar el 25% total del sueño de los adultos.