El síndrome de Piernas Inquietas aparece generalmente en adultos mayores y de mediana edad. Los síntomas son: dolor, picor, hormigueo o sensación de tensión en las extremidades inferiores generalmente en momentos de inactividad. La persona que lo sufre suele tener malestar a la hora de dormir y necesita estirar o doblar las piernas, dar vueltas en la cama y levantarse para caminar.
Además esta afección puede empeorar con picos de estrés impidiendo dormir más de tres horas y en gran parte de los pacientes que lo padecen no puede descubrirse su causa.
En España entre un 3% y 10% de la población sufre esta patología y el 90% no saben que lo sufren ni que pueden beneficiarse de un tratamiento, según datos de la Asociación Española de Síndrome de Piernas Inquietas (AESPI).
Como todas las enfermedades del sueño en general, la de Piernas Inquietas empeora la calidad de vida de las personas que lo sufren, impidiendo que puedan dormir y descansar correctamente durante la noche. Además, dichas personas tienen hasta un 2,5 más de probabilidad de sufrir problemas cardiovasculares que los individuos sanos.
Lo más recomendable para suavizar los síntomas de la enfermedad son:
- Ejercicio moderado regular durante 30-60 minutos al día.
- No estar demasiado tiempo sentado.
- Darse baños con agua caliente.
- Hacerse masajes en las piernas.
