Es cierto que cuando se tiene el primer hijo todo el mundo es consciente de que durante los primeros meses de vida del bebé, los padres no van a conseguir descansar como es debido. Pero, ¿Cómo puede afectar esto en las parejas?
Según un estudio realizado por el canal británico Channel 4 para un programa de televisión, un tercio de los matrimonios se divorcian por los llantos nocturnos de sus propios hijos.
Se realizó una encuesta telefónica a 2.000 personas y estos fueron algunos de los resultados más significativos:
- El 30 por ciento de los padres que se divorciaron aseguraron que el llanto de sus niños fue la causa principal de la ruptura de su matrimonio.
- El 11 por ciento aseguró haberse hecho el dormido más de una vez para no tener que levantarse y dejar así que fuera la pareja quien lo hiciera.
- Otro 11 por ciento optó por cerrar la puerta y evitar oír los llantos del niño. Mientras que un 9 por ciento prefería encender la televisión.
- La falta de un buen descanso provocaba en gran parte de las personas sentirse mal durante el día e incluso quedarse dormido en el trabajo.
- La gran mayoría de los matrimonios no conseguían dormir más de 6 horas ininterrumpidas y como consecuencia directa estaban más irritables con su pareja.
Es normal que durante los primeros meses de vida del bebé, los padres no puedan descansar como solían hacer antes. Sin embargo, en muchos casos esos llantos no cesan hasta que los niños son más mayores impidiendo que se tenga una buena higiene del sueño. Las enfermedades del sueño acaban por manifestarse en graves problemas para la salud y la concentración tanto de los padres como de los niños. Por ello es recomendable acostumbrar a los niños, desde bien pequeños, a tener unos buenos hábitos de sueño.
