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El blog de los sueños y el descanso

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Problemas de sueño cuando el bebé llega a casa

Una vez ha llegado el recién nacido a casa, hay un sinfín de cosas en la rutina diaria de los padres que cambian radicalmente y, una de ellas es el sueño.

La atención que requieren, las tomas y los llantos son las principales tareas que dificultan que los padres puedan disfrutar de una noche de sueño seguido y profundo. Como consecuencia de ello es común ver, durante los primeros meses, padres con cara de sueño y aspecto cansado.   

En estos casos la solución es fácil y, a la vez realmente complicada: se necesita dormir más. La falta de sueño afecta a nuestra calidad de vida, el humor y capacidad de concentración, tanto en hogar como en el trabajo. Los efectos negativos de no dormir lo que nuestro cuerpo necesita son visibles muy a corto plazo. A continuación podrás ver algunos de ellos en la lista de más abajo. Pero antes debes tener en cuenta que, si los problemas de sueño perduran en el tiempo aún cuando el niño duerme durante toda la noche, puede que sufras un trastorno del sueño más serio. En este caso te recomendamos que consultes con un médico especialista para que analice tu situación y te ayude a solucionarlo.

Los principales efectos a corto plazo de la falta de sueño en los padres que acaban de tener un bebé son los siguientes:

  1. Somnolencia continua durante el día. Cuando no se duerme lo suficiente es común levantarse con la sensación de estar más cansado que al acostarse. Y, con el paso de las horas, la situación tiende a empeorar, sobre todo al llegar la tarde. Como hemos comentado anteriormente, es una reacción normal. Para intentar paliar los efectos de la somnolencia, intenta dormir durante unos minutos en tu tiempo libre y tómate un buen café por la mañana. A su vez, tomar cafeína por la tarde puede ser contraproducente: es posible que te despeje demasiado cuando vayas a dormir por la noche.
  2. Dificultad para concentrarse en el trabajo. Otro de los principales efectos negativos de no dormir lo suficiente es que disminuye notablemente nuestra capacidad de atención y de concentración. Cuando sientas que estás algo despistado, lo mejor es concentrarse en aquellas tareas que requieran menos esfuerzo mental.
  3. Sentirse irritado y de mal humor. Como hemos comentado anteriormente, la falta de sueño afecta a nuestro estado de ánimo. Por ello, es común que estemos más irritables y de peor humor cuando dormimos menos y mal. La solución es intentar relajarse y evitar enfadarse con facilidad.
  4. Somnolencia al volante. Uno de los principales problemas de no dormir lo suficiente es sentir somnolencia mientras se conduce. En cualquier caso es recomendable parar durante un momento, descansar y beber bebidas energéticas o estimulantes (a poder ser frías). Hay que concienciarse de que quedarse dormido al volante es realmente peligroso, para tí y para el resto de viajeros.
  5. Sentir que todo se te viene encima. Cuando no se duerme lo que uno necesita es normal sentirse menos energético y sin fuerzas para realizar todas las tareas del día a día: los niños, el trabajo, las tareas del hogar, etc... En este caso lo más importante es organizarse y llevar a cabo aquellas que sean más primordiales. Así, una vez hayas descansado bien, podrás realizar las tareas menos importantes.

Te aconsejamos que, para eliminar los problemas anteriores, le dediques todo el tiempo posible al descanso. Duerme y recuerda tomarte las cosas con calma: estamos aquí para ser felices, no para ser perfectos.

 

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