La calidad del sueño abarca desde el momento en que nos acostamos y dormimos hasta que nos despertamos en la madrugada siguiente. Por ello debemos prestar atención a nuestros hábitos horas antes de acostarnos así como también durante el sueño.

El colchón en el que dormimos, el estrés o la ansiedad, la comida, lo que bebemos, el ruido ambiental y el entorno influyen directamente en la calidad del sueño. Si no cumplimos con los hábitos más correctos, cualquiera de estos factores pueden convertir el descanso en una auténtica pesadilla.

Sin embargo, como hemos comentado anteriormente, la calidad del sueño depende también de cómo pasamos el resto de la noche. A continuación te damos una serie de consejos que duemas del tirón y conseguir que el sueño todo lo reparador que necesites.  

1. Trata de dormir en un entorno tranquilo y oscuro. Durante la noche es aconsejable que exista la menor cantidad de luz posible. Con ello evitarás microdespertares durante la noche que irrumpen la calidad del sueño.
2. Evita el ruido. El ruido propio del entorno exterior o de dentro de la habitación puede ser uno de los factores más molestos a la hora de mantenerse dormido. Si estamos rodeados de sonidos fuertes: coches, zonas de fiesta, ronquidos, etc.. es probable que nos despertemos con la sensación de estar más cansados que cuando nos acostamos.
3. Modo no molestar en nuestro smartphone. Directamente relacionado con lo anterior, los ruidos típicos del móvil pueden despertarnos con facilidad mientras dormimos. Por ello es recomendable que lo apagues o lo silencies completamente para evitar molestias.
4. Temperatura ideal. Es importante mantener una temperatura de confort en la habitación que nos permita dormir sin pasar frío ni tampoco calor. Lo más recomendable es mantener una temperatura que oscile entre los 18 y 22 grados.
5. Cuida tu apetito. Otra de las causas de muchos despertares durante la noche es la sensación de tener hambre. O, por el contrario, no poder dormir cómodamente por el hinchazón de haber cenado demasiado. Por ello debes cuidar tu alimentación antes de dormir. Intenta no comer nada durante las 2 horas antes de dormir pero tampoco te acuestes con hambre.

Esperamos que estos consejos os ayuden a mejorar vuestra calidad del sueño.

¡Felices sueños!