Un curioso estudio, realizado por la Universidad británica de Kingston, afirma que sería mejor para la salud de las personas, sobre todo para los asmáticos, no hacer la cama.  

La tesis del experimento llevado a cabo principalmente por Stephen Pretlove, sostiene que al no hacer la cama y airear las sábanas, el colchón y la almohada durante el día, se crea un ambiente menos húmedo, ideal para la desaparición de los ácaros.

Los ácaros del polvo miden unos 0,3 milímetros y habitan sobre todo en aquellos lugares donde reposamos el cuerpo en los que solemos pasar gran parte de nuestras vidas, es decir, en la cama, las almohadas, las sábanas, y el sofá principalmente. Los ácaros se alimentan de las escamas de la piel humana y animal y se acumulan en ambientes húmedos. Además, el sudor y la saliva que se desprende mientras se duerme favorecen su aparición.

Por este motivo el estudio defiende que, si aireamos las sábanas y el colchón, se creará un ambiente menos húmedo que evitará la acumulación de estos seres y se conseguirá que muchos de ellos mueran antes. El experimento ha demostrado que cuando la humedad del aire baja del 40%-50% los ácaros no pueden sobrevivir.

Es importante cuidar el ambiente e intentar que la humedad sea lo más baja posible, sobre todo si se sufre de asma o alergia a los ácaros. Pero, esto no significa que debamos tener la habitación como si hubiese pasado un huracán cerca de ella.

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