Este artículo va dedicado al famoso mito de que “dormir engorda”, pues es un tema que ha dado mucho que hablar y en el que nos gustaría explicar cuándo el sueño tiene algo que ver en nuestra constitución física.
En primer lugar y a lo que debemos prestar una mayor consideración es al hecho de que dormir correctamente no engorda, sino que lo que más engorda es no hacerlo, o hacerlo de forma incorrecta. Y todo esto tiene una explicación científica:
Cuando no descansamos correctamente, la producción de la hormona grelina aumenta, y la de la leptina disminuye. Estas hormonas son las encargadas de regular el apetito, y cuyo desequilibrio suele empujar a una mayor sensación de hambre. Además, la falta de energía que se genera en nuestro cuerpo al no haber descansado correctamente, nos empuja a consumir productos hipercalóricos y ricos en hidratos de carbono que sustituyan el aporte energético que nuestro organismo necesita para afrontar el día. Tiene sentido, ¿verdad? Pues lo dicho, no creáis en los mitos y hacer caso a vuestro cuerpo, que es el que mejor os puede decir lo que necesita.
Para gozar de una buena salud física lo mejor es combinar un buen colchón con ejercicio y una alimentación sana 😉
Fuente: Vitadelia