El Doctor australiano John Trinder, realizó recientemente un estudio con el fin de comparar los hábitos de sueño de los corredores, los deportistas que practican otros deportes y las personas sedentarias. Concretamente el estudio se centraba en analizar corredores que solían recorrer más de 72 km por semana, fisicoculturistas que entrenaban 12 horas a la semana aproximadamente y personas que no tenían ningún tipo de pasión por el deporte.

El estudio afirmó que los corredores tienden a dormir mejor que las personas sedentarias e incluso aquellos que suelen realizan otro tipo de entrenamiento. Concretamente, los resultados de la investigación revelaron que aquellos que solían correr durante dichos kilómetros por semana tenían mayor facilidad para quedarse dormidos y también permanecían más tiempo en las fases profundas del sueño, es decir, durante el período donde el sueño es más reparador. Además, durante el día, estaban más alerta que las personas que no realizan ningún tipo de ejercicio.

En el caso de los deportistas, el descanso constituye uno de los pilares básicos para su rendimiento, junto con una buena alimentación y el entrenamiento constante. El sueño, sobre todo cuando es reparador, les permite recuperarse de los daños sufridos durante el esfuerzo físico y mental que pueden ocasionarse durante los entrenamientos. Y, fruto de esta recuperación, los deportistas contraen menos lesiones musculares.

No obstante, se ha demostrado que realizar ejercicio físico moderado durante las horas previas al sueño puede resultar contraproducente. Esto es así porque el deporte eleva la temperatura corporal del cuerpo y estimula el sistema nervioso, lo que dificulta la tarea de conciliar el sueño. Así pues, es recomendable realizar deporte, al menos, cinco horas antes de acostarse. Si se puede, es aconsejable salir a correr por la mañana pues te ayudará a empezar el día con mayor energía y mayor positivismo.

Si te resulta complicado levantarte temprano, puedes seguir estos consejos útiles para madrugar sin que te cueste ningún sobreesfuerzo. ¡Verás como te acostumbras enseguida!