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Viscoelástico espumado

El viscoelástico conocido como “de poro abierto”, “de célula abierta” o “espumado” ofrece un material adaptable más transpirable al mismo tiempo que más económico que el viscoelástico moldeado.

Para su fabricación se vierte el material en una superficie abierta a la que se añade un producto químico que, al reaccionar con el aire y no tener tope, crece de forma ilimitada. Tras este proceso, se deja reposar el material y se corta en la medida deseada.

El único problema que nos encontramos ante este sistema es que la densidad del viscoelástico espumado no es completamente homogénea, pues su expansión en abierto impide conseguir una misma densidad en todo el bloque, de forma que una misma partida de material puede generar ligeras diferencias en la sensación que ofrece el material.

El resultado de este proceso de fabricación son colchones de viscoelástico espumado que ofrecen:

  • Una adaptabilidad  de grado medio o alto (según su densidad) y un gran confort. Una densidad de al menos 50 Kg/m3 garantiza un correcto ‘efecto memoria’ y una adaptabilidad óptima que evita los puntos de presión en el cuerpo.
  • Una buena transpiración gracias a su sistema de poro abierto de mayor tamaño, que permiten la correcta circulación del aire a través del núcleo del colchón. Además, como su adaptabilidad no llega a la envolvencia, la sensación de calor es menor.
  • Un precio más ajustado, que pueda ofrecer un producto final con una excelente relación calidad-precio.

 

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