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Cómo elegir un colchón de látex

Actualmente, en el mercado del descanso existe una gran cantidad de materiales diferentes para colchones, cada uno con unas prestaciones y características únicas. Los más conocidos son la viscoelástica, los muelles y el látex. Y ante tanta variedad, ¿Qué colchón debo elegir? En este caso, lo más recomendable es dejarse asesorar por los expertos en la materia y adquirir aquel colchón que más se ajuste a sus preferencias y necesidades personales. Pues, recuerde que lo que a uno puede irle bien, a otro puede que no tanto.  

Esta guía está especialmente destinada a todos aquellos durmientes que desean adquirir un colchón de látex. En ella se explica detalladamente cuales son sus características y otros datos de interés sobre este tipo de material.

Para empezar, nos centraremos en la comparativa entre los dos grandes tipos de látex distinto que existe en el mercado: natural y sintético. La principal diferencia entre ambos es el porcentaje de material de látex químico y natural existente su fórmula.

Generalmente, los colchones de látex natural están formados aproximadamente por un 85% de látex natural y un 15% de látex sintético (porcentaje mínimo necesario para garantizar la consistencia y la durabilidad del colchón). Mientras que, en los colchones de látex sintético, el porcentaje es al contrario: un 20% de látex natural y un 80% de sintético. Como norma general, los colchones de látex natural ofrecen mejores prestaciones y constituyen un mejor colchón, lo que también repercute en su precio. Obviamente, los colchones de látex natural necesitan una inversión mayor que los de látex sintético.  

¿Para quién se recomiendan los colchones de látex?

Los colchones de látex están especialmente recomendados para aquellas personas que buscan un colchón suave y natural de baja firmeza y grandes prestaciones. Por sus características, este tipo de colchones ofrecen un descanso adecuado tanto para personas adultas como para ancianos, especialmente a partir de los 65 años. Este tipo de colchones también se recomiendan para durmientes que sufren dolores lumbares, musculares o articulares y aquellos que tienden a moverse continuamente durante el sueño. Sin embargo, no se recomienda el uso de colchones de látex para niños, pues pueden surgir alergias ni tampoco en el caso de personas con peso elevado.

Características colchones de látex

Como hemos comentado anteriormente, cada material ofrece unas prestaciones y sensaciones determinadas. Así pues, dependiendo de las propiedades del colchón, el durmiente obtiene un descanso característico. A continuación se exponen detalladamente cuales son las principales prestaciones que ofrecen colchones de látex:

En primer lugar, cabe destacar que los colchones de látex combinan la suavidad de los materiales naturales con una gran elasticidad. Es por ello que los colchones de este material ofrecen un descanso suave, especialmente en el caso de los colchones de látex natural.

La gran elasticidad, característica del látex, los convierte en colchones adecuados para los durmientes que necesitan o desean una adaptabilidad natural, sin presiones. Este tipo de colchones ofrecen una postura ergonómica, es decir, permiten que la columna vertebral del durmiente se mantenga en su postura natural durante el sueño. Para conseguirlo, los colchones de látex disponen de siete zonas de descanso perfectamente perfiladas. En definitiva, los colchones de látex se adaptan perfectamente a la silueta natural del durmiente.

Por otra parte, los colchones se diferencian también por su firmeza. En este caso, fruto de las características del látex, su grado de firmeza es considerablemente bajo. Por ello, su suavidad y adaptabilidad, los colchones de látex es una opción idónea para el durmiente que busca un descanso natural, suave y mullido.

Ventajas:

  • Adaptabilidad natural.
  • Descanso ergonómico.
  • Excelente suavidad.
  • Firmeza baja.
  • Also grado de confort.
  • Buena capacidad de articulación.

Contraindicaciones:

Por sus características, los colchones de látex, únicamente pueden utilizarse con somieres multiláminas o eléctricos, pues son los únicos que permiten la buena transpiración del colchón. La opción más adecuada para estos equipos de descanso son los somieres articulados. Cabe destacar que, actualmente es posible encontrar bases fabricadas especialmente para colchones de látex. No obstante, requieren de una gran inversión.

Los colchones de látex, sobre todo los 100% naturales, no se recomiendan para niños ni jóvenes, pues pueden provocar reacciones alérgicas.                 

Mantenimiento:

Al tratarse de un producto natural, los colchones de látex requieren un mayor número de cuidados para evitar que se deterioren antes de lo previsto. Los colchones de tipo viscoelástica, en cambio, no precisan tanto mantenimiento. Como hemos comentado anteriormente, los colchones de látex, necesitan una transpiración contínua para evitar problemas relacionados con la acumulación de humedad.

Para maximizar las prestaciones y el buen estado del colchón de látex, estos se deben voltear de pies a cabeza, y de arriba abajo. Además de, por supuesto, darle uso a las dos caras del colchón a lo largo del año. Ambas caras ofrecen una sensación idéntica, ya que disponen de una misma composición. Los colchones de estas características generalmente ofrecen mayor durabilidad y, a su vez, corren un menor riesgo de deformación, siempre y cuando se le dé un correcto uso en ambos lados.

Con el mismo fin, los colchones de látex necesitan también airearse constantemente, al menos una vez al mes. Para ello basta con quitar la ropa de cama y dejar que el aire que entre en la habitación.

Se recomienda dedicarle una atención especial al uso de ropa de cama, pues existen materiales utilizados en las fundas para colchones que no serían compatibles con éstos. Así pues, se recomienda utilizar siempre fundas de algodón para asegurar su transpiración y evitar los protectores impermeables.