El blog de los sueños y el descanso

El Insomnio Familiar Letal (IFL) es una enfermedad rara, únicamente afecta a unas 100 personas en todo el mundo, 40 de ellos en España. Fue a mediados de 1986 cuando se conoció el primer caso de esta enfermedad.

Esta enfermedad está producida por una mutación en el gen de la proteína priónica PRNP. Lo que sucede es que la proteína anómala se acumula en el cerebro, provocando desórdenes en el sistema nervioso y que, con el paso del tiempo, se va deteriorando hasta llegar a ser mortal.

El IFL se transmite de forma hereditaria. Concretamente se cree que los descendientes de aquellos quienes la padecen o la portan poseen un 50% de posibilidades de padecerla y/o transmitirla a los nuevos miembros de la familia.

¿Cuáles son los síntomas de la enfermedad?

El IFL provoca alteraciones del ciclo de sueño-vigilia en el paciente. Como consecuencia, impide que el durmiente consiga dormir correctamente cada noche y obtenga un sueño reparador, necesario para recuperarse y afrontar las exigencias del día a día. El insomnio continuado, noche tras noche, afecta directamente a las funciones cerebrales y motoras de la persona hasta que finalmente, fallece.

No obstante, existen otros síntomas característicos de la enfermedad. En algunos casos, los pacientes, hombres o mujeres entre 36 hasta 80 años, sufren trastornos de la conducta, apatía o ansiedad. Otros empiezan a notar fallos graves de memoria, falta de equilibrio, vista cansada o menor agilidad y mayor torpeza en sus actos. Sin embargo, en cada caso, la enfermedad se desarrolla con unos síntomas y a un ritmo determinado, es decir, no existe un modelo de conducta igual para todos los pacientes.

Lamentablemente hoy en día no existe ningún tratamiento o cura para esta enfermedad rara. No obstante, en algunos hospitales es posible averiguar si se es portador del gen mutado y obtener atención y apoyo psicológico.

Existen otros trastornos del sueño menos raros que pueden aparecer como consecuencia del ritmo de vida actual, el estrés, los problemas, el tabaco, etc… Puedes conocer en detalle cada una de ellas en el reportaje sobre enfermedades del sueño.

Tras el éxito mundial registrado año tras año, las guerras de almohadas se han convertido en el evento más esperado de cada año.

La guerra de almohadas se convoca con el de fin de divertirse, “luchar” contra el estrés y ganarle la partida al aburrimiento, los problemas y la rutina. Como podéis imaginar, es una buena manera de pasar un divertido rato con los amigos, familiares y gente que, probablemente nunca antes has visto pero que tienen el mismo objetivo que tú: pasárselo de muerte. Y es que, en esta lucha todos pueden participar, únicamente hay que ponerse los uniformes de guerra (un buen pijama cómodo, un divertido disfraz o cualquier indumentaria que se os ocurra), cargar las almohadas suaves y prepararse para divertirse durante un buen rato, que seguro nunca olvidareis.

Como hemos comentado al principio, el éxito de estas guerras se ha extendido mundialmente de forma rápida y por ello, año tras año, se vuelven a convocar. Este año se celebra mañana, día 05 de Abril de 2014 en Valencia en la Plaza de la Virgen a las 18:00h de la tarde, puedes ver el evento aquí. Recuerda que si vas a participar, evita las almohadas de plumas y que contengan cremalleras, para evitar causarle daño a los demás combatientes. 

Esta iniciativa es idónea para evadirse durante un buen rato de la rutina, el trabajo, los problemas, el estrés, etc… característicos del ritmo de vida del siglo XXI y que tanto nos afectan a la hora de descansar por las noches. Son muchos los durmientes que lo sufren y que no consiguen disfrutar de un sueño reparador, lo que aumenta el cansancio, somnolencia diurna, fatiga, estrés y ansiedad. Se trata de un claro pez que se muerde la cola. Así pues, creemos que participar en la guerra de almohadas es una gran iniciativa para que la gente se divierta y se evada de los problemas, al menos durante un buen rato.

A continuación puedes ver un divertidísimo video de la Pillow Fight Valencia 2010, de Smartmob. ¿Qué te parece? ¿Has participado? ¿Te animas?

Los peques de la casa, sobre todo cuando se llevan poco tiempo, les encanta pasar tiempo juntos jugando, haciendo trastadas y otras mil cosas más que se les ocurran. ¿Verdad? Si por ellos fuera, nunca se separarían. Puede que también hayas notado que les sucede lo mismo con los amigos del cole, los vecinos, compañeros del fútbol, etc… ¿Cuántas veces te piden que vengan sus amigos a dormir?

En estas situaciones es cuando te planteas, ¿Dónde puedo poner una cama extra para cuando los amigos del peque se quedan a dormir? O, ¿Cómo consigo que separar a los hermanos por la noche y conseguir que cada uno se duerma en su cama sin rechistar? Si te falta espacio en los dormitorios o si deseáis tener una habitación de ensueño donde los peques puedan dormir juntos, sigue leyendo.

Una buena opción para ambos casos son los somier canguro. ¿Has oído hablar de ellos? Se trata de un somier 2 en 1 que ofrecen la posibilidad de disponer de un colchón en la parte habitual de arriba y otro en la de abajo, perfecto para quienes disponen de poco espacio en la habitación. Además, con los somier canguro puedes descansar tranquila sabiendo que los peques dormirán cómodamente y seguros pues, la estructura del somier canguro es muy resistente. Además, puedes extraerlo y colocarlo tantas veces como necesites sin esfuerzo alguno. Te sorprenderás de lo fácil que es utilizarlo.

¿Y qué colchón puedo poner? Fruto de la gran transpiración que ofrecen los somier canguro, puedes utilizar cualquier tipo de colchones infantiles, creados especialmente para niños de 2 hasta 16 años, en medida individual (de 80 cm o 90 cm de ancho). La elección del material que forme el colchón infantil ( viscoelastica, látex, viscolátex, muelles o espuma) depende de las preferencias del durmiente. No obstante, en algunos casos siempre será más recomendable un material que otro. Si tienes cualquier duda, recuerda que puedes consultar con nuestros asesores para que te den una opinión profesional.

Si te ha gustado la idea de los somier canguro para que los hermanos o los amigos del peque puedan dormir juntos y compartir sueños, recuerda que ahora puedes disfrutar de las ofertas en packs especial primavera: colchones viscoelástico Juveniles + somier canguro + almohadas de regalo ¡A precios inmejorables!.

¡Felices sueños!

Dormir es la actividad que más realizamos los seres humanos, desde que nacemos hasta el final de nuestros días. Por ello, y posiblemente otras razones también, el sueño y el descanso ha suscitado, desde siempre, el interés de los científicos, médicos, el mercado y la población en general. Todos necesitamos saber cómo podemos descansar mejor o, cómo eliminar o aliviar los trastornos del sueño, que equipo de descanso es más adecuado para cada durmiente, etc.. con el fín de poder disfrutar de un sueño reparador que nos dé, noche tras noche, la energía suficiente para llevar una vida lo más saludable y activa posible.  

Como hemos señalado en el párrafo anterior, la comunidad científica y médica no cesa en sus investigaciones sobre el sueño y todo lo que lo rodea. Un claro ejemplo es el de Gualberto Buela, presidente de la Asociación Española de Psicología Conductual (AEPC) y catedrático de Psicología de la Universidad de Granada, que ha realizado varias conferencias y cursos para esclarecer dudas sobre el sueño, los trastornos del sueño y también para romper tópicos populares que, en ocasiones, no son del todo ciertos.

El mito de dormir 8 horas

En primer lugar, Buela defiende que creer que todos y cada uno de los durmientes necesita dormir las mismas horas, concretamente ocho, es un tópico incorrecto que necesita ser corregido. Lo cierto es que cada persona es independiente de la otra y puede suceder que, lo que a un durmiente le funcione bien, al otro no tanto. Por ello, lo que debemos hacer es conocernos a uno mismo y saber lo que cada uno necesita para sentirse bien. El experto afirma  que, si con 6 horas de sueño cada noche nos sentimos totalmente descansados y como nuevos, no tenemos porqué dormir dos horas más para completar la recomendación de dormir ocho horas diarias.  Buela explica que “dormir poco tiempo no es malo 'per se', sino que lo es o no en función de lo que cada individuo necesita.” A esto añade que, lo que realmente es improductivo es estar más horas en la cama de lo que uno mismo precisa para completar las ocho horas recomendadas.

A favor de la siesta española

Buela defiende incondicionalmente la costumbre española, cada vez más extendida a otros países, de descansar durante varios minutos cada día después de la comida del mediodía. Las dos principales razones por las que defiende esta práctica es, en primer lugar, su efecto reparador de la fatiga y el desgaste del día y, en segundo lugar, el hecho de que ayuda a sincronizar el ritmo circadiano de cada uno. En numerosos países (Suiza, Japón, etc..) las empresas más modernas han incorporado la siesta como una “tarea” más en la jornada laboral. El hecho de que los trabajadores puedan descansar durante unos minutos ayuda a mejorar la concentración, la creatividad y a crear el mejor ambiente laboral. Eso sí, como máximo se recomienda dormir durante 30 minutos al día. Esto es así porque si se supera este tiempo "se reduce la presión para el sueño nocturno", tal y como señala Buela.

Al levantarte cada mañana, ¿Te sientes descansado, renovado y bien? O, por el contrario, ¿Dolorido, sin ánimos y con la sensación de estar más cansado que al acostarte la noche anterior? Si la respuesta es sí a la segunda pregunta, es conveniente que revises tus hábitos de sueño porque, probablemente, necesites un cambio.

Como es obvio, despertarnos por las mañanas cansados, desanimados y con dolores es signo claro de que algo no está funcionando bien durante el sueño. Probablemente algún factor, interno o externo, esté impidiendo obtener un descanso reparador y, consecuentemente, nos despertamos sintiéndonos mal por la mañana. Si es así, hay que ponerse manos a la obra, descubrir que es lo que no está funcionando bien y cambiarlo para poder disfrutar de un sueño óptimo.

Son muchos los factores que pueden estropear la calidad de nuestro sueño: el ruido, la luz, enfermedades, dolores musculares, los llantos de los niños, etc.. No obstante, existen otros factores que tal vez no conocías que pueden influir en la calidad de nuestro descanso. Veamoslos.

1. Horarios de trabajo cambiantes:

Los turnos de trabajo que alternan diferentes horarios, de mañana, tardes y/o noche, influyen directamente en la calidad del sueño. El estas variaciones constantes en la rutina diaria provocan cansancio, fatiga, somnolencia excesiva, etc.. La principal causa es la alteración de los ritmos biológicos y la sensibilidad a la luz que sufre nuestro organismo que impiden que los ciclos de sueño-vigilia puedan ajustarse adecuadamente. Para intentar reducir dichos efectos, es recomendable que, cuando sea necesario dormir de día, se haga en la más absoluta oscuridad, para tratar de simular la noche y ayudar al organismo a dormir mejor.

2. Dormir con mascotas:

Aunque lo creas o no, las mascotas roncan y emiten sonidos que pueden alterar la calidad de tu sueño. Numerosos investigadores han comprobado como las mascotas que duermen en las habitaciones con sus dueños, interrumpen el sueño del mismo casi cada noche durante unos 20 minutos aproximadamente. Por ello, es recomendable que tengan su sitio para dormir lejos de la habitación donde descansas, para evitar que sus sonidos te despierte por la noche.

3. La soledad:

Según un estudio realizado con 95 adultos en Dakota del Sur, se ha podido comprobar que la gente que se percibe a sí misma como solitaria tiene mayores posibilidades de tener un sueño más fragmentado. Los científicos afirman que sentirse parte de una comunidad proporciona un sentimiento agradable de seguridad que, al mismo tiempo, ayuda a mejorar la calidad de nuestro sueño.

Y tú, ¿Qué otros factores añadirías?