Según un estudio realizado por investigadores de la Universidad College de Londres, en Reino Unido, a más de 2.000 niños de entre 3 y 9 años, se ha descubierto que aquellos niños que siguen horarios y hábitos fijos a la hora de irse a dormir, presentan mejores modelos de conducta en la escuela y en el hogar.

La especialista Yvonne Kelly explicó que “si cambian constantemente las horas de sueño o se va a la cama a distintas horas, lo más probable es echar a perder su reloj biológico", lo que, como se ha podido demostrar, afecta negativamente en su comportamiento y rendimiento.

En dicho estudio se observó que aquellos niños que tenían un horario fijo, se iban siempre a la cama a la misma hora y dormían el mismo período de tiempo durante la noche tenían mucho mejor comportamiento escolar y en el hogar. Por el contrario, aquellos que no tenían un horario regular y dormían menos horas tenían una conducta más problemática: se metían en peleas constantemente y se les veía algo más infelices que el resto de sus compañeros de clase.

Esto demuestra que la educación sobre el sueño y el descanso que reciban los niños por parte de sus padres afecta a directamente a su conducta. "Esto es alentador ya que muestra que los padres pueden hacer cambios para afectar el comportamiento de su hijo", ha afirmado Yvonne Kelly, quien recomienda a los padres que tomen conciencia de ello, eviten que los niños vean la televisión antes de dormir y entrar en una rutina que incluye un cuento antes de irse a la cama.