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El blog de los sueños y el descanso

sombra

¿Eres de los que no consiguen levantarse al primer toque del despertador?, ¿De los que lo apagan y apagan varias veces? O, incluso ¿Tienes el sueño tan profundo que no lo oyes sonar? No te preocupes, ¡Hay solución! En el artículo anterior: 5 Despertadores que no te dejarán dormir ni un segundo más, os proponíamos unos modelos de despertadores muy curiosos para conseguir levantarse al primer toque de despertador cada mañana. No obstante, como sabemos que no todos los modelos son fáciles de conseguir, hoy os presentamos una sencilla aplicación para tu smartphone con la que nunca más llegarás tarde a ningún lugar.

Se trata de SpinMe, una app muy peculiar que impide que el durmiente continúe en la cama una vez empieza a sonar. Así pues, que cada vez que llega la hora de despertarse, la aplicación obliga al durmiente a levantarse y empezar a dar vueltas con el móvil en la mano. Y, ¿Cómo sabe que estamos dando vueltas? La app consigue comprobarlo mediante el giroscopio del smartphone. Concretamente, para apagar la alarma, se requiere colocar los pulgares en dos puntos diferentes de la pantalla, tal y como aparece en la imagen posterior. Así pues, con el móvil en la mano, se deberán seguir las indicaciones que dicta la aplicación para que la alarma deje de sonar. De esta manera, casi sin darte cuenta, al primer toque del despertador te encuentras fuera de la cama y concentrado en lo que te pide que hagas la aplicación. Y, una vez levantado y despejado, ¿Quién necesita volver a la cama? Por este motivo esta aplicación resulta tan eficaz, y con ella te aseguras llegar siempre a tiempo al trabajo o a las clases de por la mañana.

Si os ha gustado la idea, puedes encontrarla tanto en Google Play como en la Apple Store. Sin embargo, para los iPhone la aplicación tiene un coste de 1.79 €, mientras que para el resto es totalmente gratuita.   

Pero, ¿Te has preguntado porqué te cuesta tanto levantarte por la mañana? Probablemente sea porque durante la noche no consigues dormir todas las horas que tu cuerpo y mente necesitan para recuperarse del esfuerzo realizado durante el día. Aunque los especialistas recomiendan dormir durante un período de ocho horas cada noche, no siempre esta cantidad de sueño es la que cada uno necesita. Debes saber que, dependiendo de la edad y el ritmo de vida que lleves actualmente, necesitarás unas horas de descanso u otras. Así pues, para poder levantarte a tiempo, o incluso antes de que suene el despertador y evitar sentirte cansado durante el día, lo primero que debes hacer es conocerte bien y determinar las horas que necesitas para recuperarte. Y, ¿Cómo saberlo? Se trata de ir probando durante un determinado tiempo hasta descubrir que es lo que te funciona mejor a tí personalmente. Trata de acostarte a horas diferentes, teniendo en cuenta la hora que sueles levantarte normalmente. Una vez sepas si con 7, 7 horas y media, 8 u 8 horas y media, por ejemplo, tienes suficiente y te levantas totalmente descansado, podrás comprobar por ti mismo que despertar cuando suena la alarma no es tan difícil como piensas.

Por último, recuerda que la alimentación y los hábitos que llevas a cabo durante el día a día influyen directamente en la calidad de tu sueño. Así pues, debes evitar las cenas copiosas, tomar cafeína, alcohol y tabaco varias horas antes de dormir y seguir una buena rutina de sueño cada día para disfrutar de un sueño totalmente reparador noche tras noche. Recuerda que todo ello resulta eficaz únicamente si estás descansando sobre el colchón más adecuado para tí, de lo contrario, todo esfuerzo será prácticamente nulo.

Aplicación para despertarse fácilmente

Fuente: wwwhatsnew.com

Continuar leyendo Una alarma que te obliga a dar vueltas para dejar de sonar

Todos sabemos que dormir es una necesidad vital que nos ayuda a recuperarnos de los esfuerzos del día a día. Desde mucho tiempo atrás, la comunidad científica investiga sobre el sueño con el fin de descubrir cual es la razón por la que dormimos, qué es exactamente lo onírico, entre otras. No obstante, todavía no se ha descubierto cual es el motivo exacto por el que necesitamos el descanso para sobrevivir.

Aunque no sepamos la razón por la que dormimos, sí que se conoce mucha información acerca del sueño, sus funciones y qué cosas funcionan mejor para caer en brazos de morfeo con mayor facilidad. ¿Cuántas veces has escuchado que hay que dormir 8 horas? O por ejemplo que contar ovejitas nos ayuda a dormir mejor, y así un sinfín de ejemplos más. ¿Verdad? En este artículo vamos a descubrir qué mitos sobre el sueño son verdaderos y cuáles no lo son.

 

Mito 1: “Debemos dormir durante 8 horas cada noche”.

Generalmente, los especialistas recomiendan que los adultos descansen durante un período de 8 horas para sentirse recuperados y poder afrontar satisfactoriamente las exigencias del día a día. Sin embargo, generalizar no es del todo correcto, pues lo que a uno puede funcionarle bien, a otro puede que no tanto. Además, según las declaraciones del profesor Michael Decker, en la Universidad de Georgia, la cantidad de sueño que cada persona necesita está genéticamente predeterminado. Así pues, lo mejor es conocerse bien a uno mismo y descansar las horas que le hagan sentirse bien.  

 

Mito 2: “Dormir más es siempre mejor”.

Los expertos recomiendan dormir durante 8 horas porque es un período de tiempo en el que no se duerme poco ni tampoco demasiado. Según numerosos estudios sobre la materia, se ha podido comprobar que dormir más horas de lo que uno necesita puede resultar contraproducente. Sí, se ha relacionado el hecho de descansar durante 10 horas o más cada noche con graves problemas de salud. Para profundizar más en este tema, recomendamos el artículo: Dormir mucho ¿Es bueno o malo?

 

Mito 3: “La falta de sueño se puede recuperar durmiendo más durante el fin de semana”.

Si de lunes a viernes no puedes dormir durante las horas que necesitas, es cierto que dormir un poco más durante el fin de semana puede ayudarte a sentirte mejor. Sin embargo, esta práctica es una solución únicamente a corto plazo, pues no soluciona los problemas de la falta de sueño que sufres entre semana. Además, dormir más durante el fin de semana puede impedir que la noche del domingo tengas sueño y te cueste levantarte más el lunes por la mañana. La solución ideal es seguir una rutina de sueño eficaz durante todos los días de la semana, sin excepeción.

 

Mito 4: “Si no puedes dormir, quédate en la cama descansado”.

Si sufres problemas de insomnio y al acostarte en la cama no consigues dormirte, se aconseja levantarse. Es mejor cambiar de ambiente, ir a la cocina a tomarse un vaso de leche tibia, tumbarse en el sofá a leer o escuchar música relajante y esperar a que vuelva el sueño para acostarse, que estar nervioso y preocupado en la cama por no poder dormir.  

 

Mito 5: “El alcohol ayuda a dormir mejor”.

En muchas ocasiones puede que al beber alcohol se tenga un poco de sueño, de ahí que se diga que esta bebida ayuda a dormir mejor. Sin embargo, se ha demostrado que, una vez nuestro cuerpo procesa el alcohol, este puede actuar como un estimulante que interrumpe la continuidad y empeora la calidad de nuestro sueño.

 

Mito 6: “Ver la tele antes de dormir ayuda a relajarnos”.

En este caso se debe distinguir entre relajación y distracción. La televisión nos ayuda a distraernos, no a relajarnos. Cuando estamos relajados nuestra respiración y el ritmo cardíaco disminuye, los músculos se destensan y la mente se relaja. Eso no ocurre cuando vemos la televisión.

Además, se ha comprobado que la luz que emite la televisión le indica a nuestro cerebro que es hora de estar despiertos y alerta. Por tanto, lo más recomendable es dejar de ver la televisión un tiempo antes de dormir y ocupar ese tiempo con otras actividades como la lectura.

 

Mito 7: “La siesta impide que se duerma bien por la noche”.

No necesariamente. En el caso de los adultos, se recomienda dormir o descansar durante el día para relajarse, aliviar tensiones y mejorar la productividad, entre otros. Sin embargo, lo ideal es no dormir más de 30 minutos. Pues, de lo contrario, sí podría empeorar la calidad del sueño nocturno.

 

Mito 8: “El café de la tarde no afecta a nuestro sueño”.

Cabe destacar que la cafeína tiene un sorprendente efecto duradero. Tanto que, tras 12 horas de su toma, todavía quedan restos en nuestro organismo. Por ello, se recomienda tomar únicamente un café cada mañana y, en el caso de necesitar otro después de comer, debe ser antes de las 5 de la tarde. De esta manera nos aseguramos de que no interrumpa el sueño nocturno.

¿Qué otros mitos sobre el sueño conoces?.

8 Mitos sobre el sueño

Fuente: huffingtonpost.com

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Actualmente, se reconocen unos 80 trastornos del sueño diferentes aproximadamente. Y, como sabéis, uno de ellos es el sonambulismo. Desde mucho tiempo atrás, se han creado una serie de “mitos” sobre los sonámbulos como por ejemplo: no se les debe despertar, caminan con los brazos extendidos, realizan cosas sin sentido o que no son capaces de recordar nada de lo que hacen durante el episodio. En el artículo: curiosidades sobre el sonambulismo que tal vez no sepas os explicamos si son o no ciertos algunos de estos mitos que acabamos de nombrar. Y, en este post responderemos a la pregunta sobre: ¿Es verdad que los sonámbulos no recuerdan lo que han hecho?

El sonambulismo es un trastorno del sueño que ocurre cuando la persona sonámbula se encuentra en un estado de sueño muy profundo. Para que se dé el episodio, los durmientes pasan a tener un estado ligero de conciencia en mitad del sueño que puede provocarles el hecho de que realicen diversas actividades que no corresponden con el sueño. Aunque varía según cada caso, los sonámbulos pueden realizar tareas de limpieza, pasear,  jugar con sus juguetes, vestirse o desvestirse, abrir y cerrar puertas o luces e incluso salir de la casa, entre muchas otras. Los episodios pueden tener diferente duración, desde pocos segundos hasta unos cuantos minutos, en los casos más severos.

Pero, ¿Son capaces de recordar lo que han realizado durante ese tiempo? Lo cierto es que es difícil encontrar un sonámbulo que recuerde los sucesos nocturnos que ha realizado durante la noche anterior. Sin embargo, generalizar tampoco es correcto. Según el especialista Antonio Zadra, de la Universidad de Montreal y que lleva una gran cantidad de tiempo realizando estudios sobre dicha materia, los niños son los que realmente experimentan con mayor frecuencia esa amnesia que les impide recordar qué hicieron durante el episodios. Sin embargo, tal y como afirma el especialista, a diferencia de los niños, los adultos tienen mayor facilidad para acordarse, tanto de lo que hicieron mientras permanecían sonámbulas como de lo que estaban pensando en ese momento. En su caso, les resulta más fácil acordarse a la mañana siguiente de lo que hicieron, las decisiones que tomaron y lo que sentían durante el episodio.

Los expertos emplean varias teorías para explicar porqué se genera este trastorno del sueño. El especialista Antonio Zadra, por ejemplo, emplea la suposición de que el sonambulismo es consecuencia de que no todas las partes del cerebro se duermen al mismo tiempo. No obstante, también se consideran otras causas, como por ejemplo ciertos retardos en los procesos madurativos del sistema nervioso y que los hijos de estas personas, tienen mayor probabilidad de sufrir sonambulismo. A su vez, también se cree que el desorden puede originarse por el consumo de narcóticos o por un cansancio excesivo del durmiente.

Otro mito del sonambulismo es el hecho de que los durmientes, durante el episodio, realizan constantemente acciones sin lógica alguna. Sin embargo, tal y como explican los expertos en la materia, la verdad es que, generalmente, sus actos responden a lo que está soñando el indivíduo. Por tanto estos, dentro del sueño, si tienen su propia lógica y razón de ser.

Por último, os recordamos que el sonambulismo es más habitual en niños que en adultos. Así pues, os aconsejamos la lectura del artículo que publicamos sobre: Sonambulismo infantil, sus causas y consecuencias, en el que podréis encontrar toda la información sobre este trastorno del sueño, explicación de sus causas y consecuencias.

Los sonámbulos, ¿Recuerdan lo que han hecho?

Fuente: MuyInteresante

Foto: Serpadres.com

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Madrugar no es cosa fácil. Todos hemos sufrido en nuestra propia piel, al menos una vez en la vida, lo duro que resulta despertarse con el primer toque de despertador. Especialmente aquellas noches en las que hemos sufrido algo de insomnio o hemos dormido mal y poco, ¿Verdad? Para tratar de superar la prueba de levantarse de la cama con éxito y despertar del sueño placentero, muchos optan por el típico “5 minutitos más”, que suele convertirse en unos cuantos más hasta que te das cuenta de que llegas tarde al trabajo y es ese “susto” el que te permite levantarte de un salto de la cama. También hay otros que prefieren poner dos alarmas para intensificar el ruido y despertarse con éxito cada mañana. Y así, mil trucos más. No obstante, como podrás ver a continuación, existen unos despertadores mucho más eficaces (y curiosos) que 10 despertadores tradicionales juntos. ¿Quieres conocerlos? Te los enseñamos:

1. Este despertador simula las típicas máquinas de lanzar pelotas de béisbol. Así pues, cuando llega la hora de despertarse, el simpático despertador lanza una bola a toda velocidad. Es tu elección elegir dónde prefieres que apunte la bola, hacia ti directamente o hacia cualquier parte de la habitación. Debes valorar si prefieres un pelotazo o levantarte para recoger la pelota y devolverla a su origen para que deje de sonar el despertador. Divertido, ¿No?

Despertador lanza pelota

 

2. ‘Wake up or Die: En este caso, podrás comprobar como a la simpática mascota Android tampoco le gusta madrugar. Pues cada mañana cuando suena el despertador se convierte en un monstruo que no deja de rugir y rugir (al estilo Shrek más enfadado) hasta que lo calmes. ¿Cómo? La única forma es agitando tu Smartphone, al menos durante 20 segundos. De lo contrario, sus rugidos no te dejaran dormir ni un segundo más. 

Despertador wake up or die

 

3. "Sleep if you can": Este despertador, además de despertarte cada mañana, te ayuda a desarrollar tus dotes de fotógrafo. ¿Cómo? Muy fácil. Para que deje de sonar el despertador, te obliga a que le devuelvas una foto del lugar que tú le hayas programado. Por ejemplo, el baño. De esta manera te obliga a ir hasta dicho lugar y fotografiarlo. Y, ya que estás en el baño, ¿Por qué no una buena ducha?

Despertador sleep if you can

 

4. ¿Quién no ha soñado nunca con dispararle al despertador cuando suena? Ahora es posible con este curioso aparato que te hará sentir como el mismo James Bond cada mañana. ¿Por qué? Pues porque una vez suena el despertador, salta una diana del mismo para que dispares con tu pistola láser y aciertes en el blanco cinco veces seguidas o, de lo contrario no deja de sonar jamás. Así que de nada sirve disparar con los ojos cerrados y medio dormido.

Despertador pistola laser

5. IQ Alarm ¿Te ponías nervioso haciendo exámenes? Pues este puede que sea el más importante de nuevo… Porque este despertador no deja de sonar y sonar hasta que respondas correctamente tres preguntas seguidas. Además, si has pensado en quitarle la batería para que deje de sonar, puedes comprobar como esto tampoco funciona… ¡Suerte!

Despertador IQ Alarm

 

¿Qué te parecen estos despertadores? ¿Cuál te ha gustado más? Si no te ha convencido ninguno de los anteriores pero te gustaría no tener ningún problema para despertarte, te aconsejamos que sigas una rutina de sueño más eficaz que te permita descansar mejor cada noche y que puedas levantarte fresco y energético. ¿Sabes cómo? A continuación te damos algunos consejos para conseguirlo:

  1. Establece una hora fija para acostarte y levantarte cada día, aunque sea fin de semana. Asegúrate de que se cumplen las 7 u 8 horas que tu cuerpo y mente necesitan para sentirse renovados. 
  2. Dispón del equipo de descanso más adecuado para tus necesidades específicas. No todos los colchones ofrecen las mismas prestaciones ni tampoco todos los durmientes son iguales. Si te levantas cansado o cumples con alguno de los requisitos que se explican en cuando cambiar mi colchón, puede que necesites renovarlo.
  3. Haz la siesta, si puedes, pero que no supere los 30 minutos para que no interfiera en la calidad de tu sueño nocturno.
  4. Evita consumir alcohol cuatro horas antes de irte a la cama, y trata de no fumar.
  5. No tomes cafeína seis horas antes de acostarte.
  6. Cena ligero y evita las comidas pesadas, picantes o dulces cuatro horas antes de acostarte. Si tienes hambre antes de acostarte tómate un vaso de leche con galletas o un tentempié.
  7. Ejercita tu cuerpo cada día, el ejercicio físico te ayuda a sentirte mejor y también a dormir mejor.
  8. Cuida tu dormitorio: airéalo, mantelo limpio y fresco. La temperatura más adecuada ronda entre los 18 y 20° C aproximadamente.
  9. Bloquea el ruido molesto y tanta luz como sea posible.
  10. Reserva la cama para el sueño, olvídate de llevarte el trabajo y los problemas contigo cuando vayas a dormir. Tu mente necesita relajarse para dormir bien. 

Esperamos que todos estos consejos te ayuden a dormir mejor y despertar como nuevo. Así, podrás prescindir de estos despertadores. ¡Felices sueños! 

Fuente: cookingideas.es

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¿Has oído hablar del síndrome de Kleine-Levin? También es conocido como el síndrome de la bella durmiente. Se trata de un trastorno neurológico que causa períodos, de días o incluso semanas de duración, en las que el paciente sufre excesiva somnolencia, llegando incluso a dormir hasta 20 horas por día. Generalmente, este síndrome viene acompañado de hipersomnia, bulimia, cambios en la conducta, etc.. A continuación te contamos cuáles son sus causas, diagnóstico y tratamiento.

El síndrome de Kleine-Levin es una rara afección de etiología desconocida que suele darse en personas jóvenes y adolescentes principalmente. Y, suele afectar más a los varones que a las mujeres. Los pacientes, después de cada período, pueden presentar síntomas de depresión y/o amnesia durante un tiempo. Sin embargo, con el tiempo, se encuentran totalmente normales y pueden realizar vida normal.    

No existe un período de tiempo específico entre episodio y episodio, pues pueden pasar semanas o meses antes de que los síntomas vuelvan a aparecer. Aunque el paciente no suele ser consciente del comienzo y del final de cada ataque, los síntomas que pueden aparecer son los siguientes: somnolencia, falta de energía, irritabilidad, desorientación, sensibilidad y, sobre todo, ingesta excesiva de alimentos. Estos pueden aparecer y desaparecer de forma rápida o gradual, suele ser diferente en cada caso. Generalmente, a menudo suele existir una cierta confusión al despertar.

Y, ¿Cuales son las causas del síndrome de Kleine-Levin? Según los expertos en la materia, el síndrome de Kleine-Levin puede darse como consecuencia de un mal funcionamiento del hipotálamo, que es la parte del cerebro que se encarga de regular el apetito y el sueño. Sin embargo, aunque todavía no se conoce la causa exacta del síndrome de Kleine-Levin, en algunos de los casos, este síndrome suele haber sido precedido por fiebre, tensión e incluso a la sobreexposición de luz solar.

¿Cómo se diagnostica? Generalmente, el síndrome de Kleine-Levin suelen tener un inicio algo impulsivo, por lo que es fácil de diagnosticar. La persona que lo sufre puede empezar a comer compulsivamente, tener cambios bruscos de personalidad, etc…. Como consecuencia, es habitual ver cómo el individuo empieza a aumentar de peso rápidamente. Los problemas de sueño del durmiente pueden estar relacionados también con una serie de condiciones físicas y psiquiátricas.

¿Existe tratamiento para el síndrome de Kleine-Levin? Como hemos comentado anteriormente, la causa exacta de ello todavía no se conoce con exactitud. Por ello, a día de hoy, no existe un tratamiento 100% efectivo para el síndrome de Kleine-Levin.

Sin embargo, es común que se utilicen ciertos medicamentos o estimulantes para ello. Los estimulantes están específicamente diseñados para estimular el sistema nervioso central del individuo y, en este caso, se toman para reducir la frecuencia y la severidad de los episodios del síndrome de Kleine-Levin. También suelen utilizarse para tratar la somnolencia diurna. Sin embargo, en los resultados obtenidos con dicho tratamiento no suelen ser muy significativos.  

Existen otros tratamientos que se han utilizado para el síndrome de Kleine-Levin, como por ejemplo: fármacos antiepilépticos (ácido valproico, carbamazepina, amobarbital, fenobarbital, fenitoína, etc), antidepresivos (imipramina, IMAO, moclobemida, clomipramina, amineptina, fluoxetina, fluvoxamina, sertralina, metilsergida, trazodona, etc), fármacos antipsicóticos (haloperidol, clorpromazina, levomepromazina, trifluoperazina, tioridazina, clozapina, risperidona, etc), antivirales, litio, hidrocortisona, melatonina, benzodiazepinas y levodopa-benserazida. Según varios estudios realizados para comprobar sus resultados, se descubrió que estos fármacos proporcionan cierto beneficio en el tratamiento de los pacientes con síndrome de Kleine-Levin, pero como se trata de una enfermedad de poca frecuencia, todavía no se han descrito tratamientos de seguimiento a largo plazo. Si te ha parecido interesante, te recomendamos la lectura del siguiente artículo: La Bella Durmiente que durmió durante 64 días. Trata sobre el caso concreto de una joven que padece el síndrome de Kleine-Levin.

Síndrome Kleine-Levin

Fuente: dormir.org

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