Al levantarte cada mañana, ¿Te sientes descansado, renovado y bien? O, por el contrario, ¿Dolorido, sin ánimos y con la sensación de estar más cansado que al acostarte la noche anterior? Si la respuesta es sí a la segunda pregunta, es conveniente que revises tus hábitos de sueño porque, probablemente, necesites un cambio.

Como es obvio, despertarnos por las mañanas cansados, desanimados y con dolores es signo claro de que algo no está funcionando bien durante el sueño. Probablemente algún factor, interno o externo, esté impidiendo obtener un descanso reparador y, consecuentemente, nos despertamos sintiéndonos mal por la mañana. Si es así, hay que ponerse manos a la obra, descubrir que es lo que no está funcionando bien y cambiarlo para poder disfrutar de un sueño óptimo.

Son muchos los factores que pueden estropear la calidad de nuestro sueño: el ruido, la luz, enfermedades, dolores musculares, los llantos de los niños, etc.. No obstante, existen otros factores que tal vez no conocías que pueden influir en la calidad de nuestro descanso. Veamoslos.

1. Horarios de trabajo cambiantes:

Los turnos de trabajo que alternan diferentes horarios, de mañana, tardes y/o noche, influyen directamente en la calidad del sueño. El estas variaciones constantes en la rutina diaria provocan cansancio, fatiga, somnolencia excesiva, etc.. La principal causa es la alteración de los ritmos biológicos y la sensibilidad a la luz que sufre nuestro organismo que impiden que los ciclos de sueño-vigilia puedan ajustarse adecuadamente. Para intentar reducir dichos efectos, es recomendable que, cuando sea necesario dormir de día, se haga en la más absoluta oscuridad, para tratar de simular la noche y ayudar al organismo a dormir mejor.

2. Dormir con mascotas:

Aunque lo creas o no, las mascotas roncan y emiten sonidos que pueden alterar la calidad de tu sueño. Numerosos investigadores han comprobado como las mascotas que duermen en las habitaciones con sus dueños, interrumpen el sueño del mismo casi cada noche durante unos 20 minutos aproximadamente. Por ello, es recomendable que tengan su sitio para dormir lejos de la habitación donde descansas, para evitar que sus sonidos te despierte por la noche.

3. La soledad:

Según un estudio realizado con 95 adultos en Dakota del Sur, se ha podido comprobar que la gente que se percibe a sí misma como solitaria tiene mayores posibilidades de tener un sueño más fragmentado. Los científicos afirman que sentirse parte de una comunidad proporciona un sentimiento agradable de seguridad que, al mismo tiempo, ayuda a mejorar la calidad de nuestro sueño.

Y tú, ¿Qué otros factores añadirías?