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El blog de los sueños y el descanso

sombra

El momento en que suena el despertador por la mañana puede que sea el más duro para muchos. No obstante, si no has dormido bien durante la noche, levantarse cuando la alarma lo dicta es aún peor. En este caso, el sueño no ha sido todo lo reparador que nuestro cuerpo y mente necesitan y, como consecuencia, el día puede resultarnos complicado.

Si lo que deseas es levantarte con buen pie y con el mejor humor, estos consejos te vendrán como anillo al dedo. ¿Preparado para cambiar el humor de las mañanas?

1) Descansa bien por la noche: el primer paso para levantarse con energía es haber descansado correctamente durante la noche anterior. Para ello, debes mantener una buena higiene del sueño. Notarás la diferencia desde el primer día.

2) Da los buenos días: Cuando suene la alarma, trata de no volverte a dormir con los “5 minutitos más”. En el momento en que se active, debes activarte tu también. Las claves son: abrir los ojos, estirar todos los músculos, levantar la persiana para dejar que entre la luz de la mañana, dar los buenos días y pensar en positivo.

3) Piensa en el presente: una vez te levantes, no debes empezar a imaginar el largo día que tienes por delante sino que, lo más recomendable es que vayas paso a paso y pensando en lo que estás haciendo ahora mismo. De lo contrario puede que te estreses y te cambie el humor.

4) Bebe un buen trago de agua. Tras siete u ocho horas de sueño, tu cuerpo necesita hidratarse. ¿Y qué mejor hidratación que el agua?. Además, te ayudará a acabar de despejarte y olvidar el sueño.

5) Ponte música: una buena opción es poner la radio para escuchar música que te anime. Y baila, eso siempre mejorará el ánimo de las mañanas.

6) Dedícate tiempo. Aprovecha la mañana para hacer algo que te guste y te alegre. Por ejemplo, haz ejercicio al aire libre, lee el periódico, tómate un buen desayuno, baila durante un rato más, etc…

7) Recuerda cosas alegres. Mientras te vistes, te bañas o vas al trabajo, es buena práctica para mejorar el humor pensar en esas situaciones graciosas, buenas y positivas que te han pasado recientemente o a lo largo de la vida. Esos recuerdos invadirán tu mente de alegría y buen rollo.

8) Muestra tu buen humor: dale los buenos días al vecino, haz algo bueno por alguien de que veas en la calle o da los buenos días efusivamente al entrar a la oficina. Alegrarás a los demás y te sentirás aún mejor, si cabe.

¿Lo pondrás en práctica? Recuerda que cumplir con el paso 1, es necesario disponer de un buen equipo de descanso que te permita disfrutar de una noche del mejor sueño.    

 

despertar de buen humor

Continuar leyendo 8 Consejos para levantarte de buen humor

Seguro que alguna vez has oído que dormir con el móvil cerca de nosotros es perjudicial. Existe un sinfín de especulaciones sobre el hecho de dormir cerca de aparatos electrónicos que emiten ondas electromagnéticas (causan cáncer, es perjudicial para la salud, provocan estrés, etc..). Y, cuando el río suena, agua lleva.

Según varios estudios científicos realizados sobre la materia, se ha confirmado que dormir con el teléfono en la mesilla de noche causa insomnio, dolores de cabeza y, lo que es peor, puede impedir que el descanso del durmiente sea reparador. Esto es así porque la exposición a las ondas que emiten estos aparatos altera el sistema de autorregulación de los seres humanos. Consecuentemente, la falta de sueño impide que la persona pueda recuperar la energía necesaria para sobrellevar el día a día, provoca sensación de mal humor generalizado e influye en su capacidad de aprendizaje, de memoria y de socializarse.   

Como todos sabéis, comer sano, realizar ejercicio regularmente y descansar correctamente son pilares fundamentales para llevar un ritmo de vida saludable. No obstante, deberíamos incluir otro adicional: cuidar el lugar donde vivimos. Aunque, como consecuencia de los hábitos modernos, nos es difícil vivir alejados de las ondas electromagnéticas que emiten las antenas, las redes wifi, los aparatos electrónicos, etc… Es necesario tomar una serie de medidas que nos ayuden a reducir la cantidad de ondas que recibimos, sobre todo en el dormitorio, que es donde más horas al día pasamos.  

Si te levantas cansado, has experimentado insomnio continuado o dolor de cabeza sin saber la causa, te recomendamos que tengas en cuenta los siguientes consejos:

  1. No coloques tu teléfono móvil a menos de 1 metro o 2 de ti cuando estés durmiendo.
  2. Evita cargar el móvil en tu mesita de noche por la noche.
  3. Si es posible, apaga totalmente tu teléfono móvil a la hora de dormir. Evitarás exponerte a radiaciones innecesarias.
  4. Además, apaga el router cuando no lo uses, por ejemplo, mientras duermes.
  5. Evita el uso de radio-despertadores y/o lámparas halógenas con transformador cerca de tu cama.

Siguiendo estos consejos conseguirás un descanso más reparador y te sentirás mejor, por dentro y por fuera.

¡Dulces sueños!

 

dormir con el teléfono

Continuar leyendo Dormir con el teléfono de acompañante

Después de una noche de insomnio, en la que no has podido dormir como tu cuerpo y tu mente necesitan, lo más probable es que te despiertes de mal humor, con la sensación de estar más cansado que cuando te acostaste la noche anterior y envuelto en un sentimiento de pesimismo que puede durar todo el día.

Si te pasa lo mejor es no alarmarse y comprender que esas sensaciones son la consecuencia directa y normal de no dormir bien. Cuando nuestro sueño no es bueno, ni el cuerpo ni la mente pueden recuperarse. Por ello, nos sentimos faltos de energía y fuerzas para superar el día que empieza.

Tras una noche en la que has dormido excesivamente mal y sientes que tu cuerpo no responde como debería, debes evitar realizar todas aquellas actividades que requieran una gran atención. A continuación conocerás cuales son las tareas que debes evitar:

  1. Conducir, especialmente viajes largos. El hecho de ponerse al volante requiere que estemos totalmente alerta, con los cinco sentidos puestos, para evitar cualquier posible accidente. Los expertos aseguran que conducir con somnolencia es igual de peligroso que hacerlo bajo los efectos del alcohol. Así pues, esos días intenta que conduzcan por ti o utilizar transporte público.
  2. Ir al supermercado. Se ha comprobado científicamente, mediante varios estudios en la materia, que tras una mala noche de sueño tendemos a comer peor: alimentos más grasos y menos saludables. Para evitarlo, es mejor ir al supermercado un día que hayas descansado bien pues tomarás mejores decisiones sobre qué comprar.
  3. Ir de compras en general. Relacionado con lo anterior, al no dormir bien puede que te invada una sensación de ansiedad. Así pues, si vas de compras, tal vez acabes comprando un montón de cosas que no necesitas y que, en otras condiciones, no habrías comprado. Además, ese gasto extra innecesario puede aumentar dicha ansiedad impidiendo que descanses durante la noche siguiente.
  4. Decidir cosas importantes. Tras una noche de insomnio debes evitar tomar decisiones importantes tales como comprar un coche nuevo, alquilar un apartamento u otros temas laborales, etc… Se ha comprobado que, la falta de sueño, nubla nuestro cerebro y le impide procesar bien toda la información. Así pues, es recomendable posponer la toma de decisiones para otro día.
  5. Tomar mucho café. El café contiene cafeína que ayuda a despejarse y estar más alerta. Sin embargo, tras no haber dormido bien, la toma de café puede resultar contraproducente. Tomar café en exceso aumenta la sensación de nerviosismo e impedirá que descansemos durante la noche siguiente.
  6. Discutir sobre algo importante. Como hemos comentado anteriormente, la falta de sueño nos hace tomar peores decisiones, nubla nuestro juicio y altera nuestras emociones. Por ello, si tienes una conversación importante (discutir sobre algún tema relevante, defensas de proyectos laborales, etc…) trata de posponerlo. Obtendrás mejores resultados el día que hayas descansado bien.

 

cosas que no debes hacer cuando duermes mal

Continuar leyendo 6 Cosas que no debes hacer cuando has dormido mal

Como todos sabemos, el descanso es fundamental para recuperar toda la energía desgastada y poder así sobrellevar el día a día con la fuerza necesaria para ello. Ahora bien, el desgaste energético y las necesidades de sueño van cambiando desde que nacemos. Por ello, es fundamental conocernos bien a nosotros mismos y seguir las recomendaciones sobre el descanso que nos ofrecen los especialistas en la materia.

Las necesidades de sueño van menguando con la edad. Los recién nacidos son los que más necesitan dormir (hasta los dos años pasan unas 9500 horas durmiendo) luego, a medida que van creciendo, las horas de sueño van disminuyendo hasta alcanzar el punto mínimo durante vejez.

Aunque las necesidades de sueño varían también de una persona a otra, como regla general, los recién nacidos hasta el año, pueden dormir hasta 16 o 17 horas repartidos en: nueve horas por la noche y el resto por el día. Concretamente, a los tres meses, el bebé suele necesitar descansar unas 15 horas y al cumplir un año unas pocas menos (11 horas de noche y 3 durante el día).

Durante este período, los colchones de cuna son los más adecuados para conseguir el adecuado descanso de los bebés. Estos colchones deben de ser firmes para ayudar al correcto desarrollo de sus huesos, de muy buena calidad y que dispongan de tratamientos anti ácaros y bacterias.

Los bebés de 1 a 3 años deben dormir entre 10 y 13 horas al día. Es habitual que a partir del segundo año, muchos niños ya no deseen hacer la siesta. Este es el resultado de que, como hemos comentado anteriormente, las necesidades de sueño varían dependiendo de cada uno.  

A partir del año, los padres que lo deseen, pueden emprender la aventura de abandonar la cuna y ofrecerles uno cama nueva para su propia habitación. En este caso, los colchones para niños son la mejor opción: firmeza adecuada para el correcto desarrollo de la columna, confort y agradables al tacto. Esta práctica puede favorecer el descanso del bebé y, sobre todo, el de los padres. Además, esta cama puede acompañarlos hasta la adolescencia.

Los niños entre los 4 y 5 años duermen unas pocas horas menos, es decir, de 10 a 12 horas por la noche. Su cuerpo ya no necesita hacer la siesta como hasta entonces. Sin embargo, es bueno que descanse y recupere fuerzas después de la comida principal del día.

Durante este período, lo más recomendable es que descansen sobre un buen colchón para niños. Es necesario que el colchón sea de calidad y se ajuste a las necesidades morfológicas de cada niño.

Desde que cumplen los 6 años en adelante, las necesidades de sueño siguen siendo importantes (como consecuencia del gran desgaste energético), pero son menores que las anteriores. Hasta los 8 años aproximadamente, el niño necesita dormir entre 11 a 12 horas y, con 10-12 años, unas 10 horas durante la noche.

Normalmente, los adolescentes necesitan dormir durante 9 horas. No obstante, algunos necesitarán 9 horas y media para sentirse totalmente descansados y otros 8. Como sabéis, depende de cada persona.

Los adolescentes pueden elegir cualquier gama de colchones, pero se recomienda elegir aquel que sea más adecuado dependiendo de las necesidades de cada persona. En general, los más recomendables son los colchones viscoelásticos.

Las personas adultas necesitan dormir por la noche durante 7 u 8 horas, dependiendo de cada uno. Se calcula que durante este período pueden recuperar toda la energía gastada durante el día anterior.

Los adultos también pueden elegir cualquier gama de colchones, dependiendo de sus preferencias personales así como de otros factores tipo: sufrir dolores musculares, lumbares o articulares, necesidad de independencia de lechos, etc...  

Por último, las personas de más de 65 años suelen necesitar menos horas de sueño (entre 6 y 7 horas). Si acostumbran a dormir la siesta durante el día, puede que durante la noche únicamente consigan descansar durante unas 5 horas. Por ello es recomendable que únicamente hagan siestas de unos 20 o 30 minutos como máximo.  

Para las personas mayores se recomienda elegir un colchón suave. Una buena opción son los colchones viscoelásticos de firmeza media, y otra los colchones de látex. Los colchones de látex, al ser más flexibles que los viscoelásticos, facilitan la movilidad durante la noche, por lo que son los más recomendables para esas personas mayores que se levantan muchas veces por las noches y a las que les cuesta trabajo moverse.


Si tienes alguna duda puedes consultar con nuestros asesores especializados en la materia.

necesidades de sueño según la edad

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Numerosos estudios han confirmado que los aparatos electrónicos modernos, concretamente la luz artificial que emiten, perturban la calidad del sueño de las personas. Según los expertos, el uso de smartphones, tablets, ordenadores y/o el hecho de ver la tele antes de dormir, afectan a nuestro organismo provocando alteraciones del estado sueño-vigilia.

Un estudio reciente, realizado por un grupo de expertos de la Escuela de Medicina Weill Cornell, Doha, Qatar ha demostrado que los niños que utilizan las redes sociales antes de dormir, descansan casi una hora menos durante la semana que aquellos que rara vez se conectan a Internet al llegar la noche.

El experimento se centró en observar cómo afectan los hábitos modernos que suelen llevar a cabo los niños, en la calidad y las horas de su sueño. Los resultados esclarecieron que el uso de redes sociales, para compartir información o chatear con sus amigos, fue el hábito que más horas de sueño restaba en comparación con ver la televisión, usar el ordenador o escuchar música en la cama. Esto no significa que dichos hábitos no tuvieran efectos negativos en la calidad y las horas de sueño de los niños. Concretamente, aquellos que suelen ver la televisión antes de dormir son cuatro veces más propensos a despertar varias veces durante la noche que aquellos que no lo hacen. Y, los niños que juegan con el ordenador o las consolas o escuchan música en la cama les cuesta más conciliar el sueño que aquellos que no tienen este hábito.

El uso de redes sociales antes de dormir provoca que se tripliquen los efectos anteriores y, como consecuencia, se obtiene un sueño de muy baja calidad. No obstante, el problema no acaba ahí sino que se extiende a la jornada diurna siguiente. Cuando el niño no duerme lo que necesita, ni su cuerpo ni su mente pueden recuperarse. Así pues, al día siguiente, se siente cansado, malhumorado y sin energía. Y, todo ello repercute directa y negativamente en su rendimiento escolar y en las relaciones sociales con sus compañeros.   

Como bien afirma la doctora Nanci Yuan, directora médica del Centro de Sueño del Hospital de Niños Lucile Packard, Palo Alto, California: “La tecnología ha provocado que la población, y en especial los adolescentes, tenga problemas para dormir”. Para solucionar este problema, es necesario que los padres estén totalmente concienciados de la importancia del descanso, para que consigan que sus hijos tengan una buena higiene del sueño. Además, obviamente, es recomendable que los adolescentes “se desconecten” de sus teléfonos con internet, y otros aparatos electrónicos, varias horas antes de irse a dormir.

las redes sociales como enemigas del sueño de los adolescentes

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