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El Insomnio

Datos científicos sobre el Insomnio

Los trastornos de sueños son uno de los motivos de consulta a médicos y psicólogos más usual. El 50% de los pacientes de atención primaria manifiestan sus inconvenientes por conciliar el sueño sólo si le preguntan sobre el tema y tan sólo el 5% visitan el médico únicamente para tratar de solucionar su problema de insomnio.
 
Se cree que entre un 10% y un 15% de la población total adulta sufre de insomnio de manera crónica.
 
La persistencia del insomnio como indicio de alguna enfermedad también es muy alta. Se estima que un 50% de la población total adulta padecen de insomnio en alguna etapa de si vida y que un 30% aproximadamente sufrieron de insomnio transitorio generado con
alguna situación de estrés.
 
Estos datos en porcentajes son muy altos sabiendo que la depresión (la enfermedad más habitual que tratan los psiquiatras) prevalece en un 17%.
 
Los numerosos estudios realizados a personas que padecen de insomnio concluyeron que en la mayor parte de los casos, este inconveniente para conciliar el sueño se trata de un síntoma de un trastorno importante más que en sí misma una enfermedad.
 
Este dato es muy significativo, debido a que en el momento de tratar este problema en lo posible debe realizarse empezando por su causa y no directamente enfatizándose en los síntomas.
 
Existe una importante vinculación entre un individuo sano y una buena conciliación del sueño, ya que el sueño en sí efectúa numerosas funciones fisiológicas que la salud de esta persona precisa.
 
Algunas de las funciones fisiológicas son: restablecer los almacenes de energía celular, restaurar la homeostasis del sistema nervioso central y almacenar y conservar de todos los datos que contiene la memoria.
 

Consejos para combatir el insomnio

Dormir bien es absolutamente necesario para lograr un equilibrio adecuado, tanto físico como psíquico, y para comenzar cada día con energía y buen humor frente a todos los trabajos que diariamente tenemos que cumplir.
 
Aquí te dejamos algunos tratamientos que te ayudarán a combatir el insomnio:
 
  • Trata de acostarte y levantarte siempre en el mismo horario. Este hábito te ayudará a dormir mejor. No fuerces el sueño, no te acuestes en la cama hasta no tener ganas de dormir.
  • No duermas por la tarde. En la mañana, no te quedes despierto en la cama. Trata de no utilizar tu dormitorio a lo largo del día.
  • Haz actividad física todos los días, por la mañana temprano o por la tarde. Nunca realices ejercicio justo antes de ir a dormir.
  • Ten una exposición adecuada a la luz del sol a lo largo del día. 
  • Cena liviano antes de ir a dormir, sin quedarte con hambre. Un vaso de leche tibia puede ayudarte a dormir mejor.
  • Evita fumar.
  • Evita las siestas y las cabezadas entre horas, pues si tienes problemas para conciliar el sueño, debes focalizar tu cansancio en las horas de la noche.
  • Si tomas café, hazlo únicamente por la mañana, y en pocas cantidades.
  • No tomes alcohol, como mínimo cuatro horas antes de ir a dormir, ya que unas veces produce somnolencia, y otras veces hace que tu sueño sea discontinuo, no permite descansar correctamente.
  • Mantén siempre tu habitación en buenas condiciones para conciliar el sueño: temperatura adecuada (20 grados aproximadamente), poca luz, nada de ruido, etc.
  • Haz rituales antes de ir a dormir: un baño de agua caliente para lograr una buena relajación del cuerpo, cepillarte los dientes, etc.
  • Deja atrás todas las preocupaciones del día, y distráete con cualquier otra cosa, por lo menos 2 horas antes de ir a dormir.
  • Cuando te acuestas, realiza cualquier actividad que te brinde relajación (leer un libro, escuchar música calma, etc.)
  • Duerme lo más cómodo posible, utiliza prendas sueltas y que no te provoquen molestias en el cuerpo.
 
Asegúrate de que tu equipo de descanso no está interfiriendo en la calidad de tu sueño. A lo largo de los años nuestro cuerpo experimenta cambios fisiológicos que requieren un colchón de características determinadas, evalúa si el tuyo es el más indicado para el momento en el que te encuentras. Recuerda que un colchón ofrece un descanso saludable durante un máximo de 10 años. Si tu colchón o somier tienen más de 10 años, es casi seguro que están interfiriendo en tu salud, pues sus propiedades son completamente nulas tras este período.