Cargando...

Garantías al comprar tu colchón

Una vez has escogido el modelo que, por sus características, parece que más se ajusta a lo que necesitas, debes tener en cuenta las garantías que te ofrece el producto, la marca y la tienda en la que vas a realizar la compra.

 

Garantía del producto. Los productos para el descanso deben ofrecer 2 años de garantía según lo que establece la Asociación Española de la Cama. Los comercios que te ofrezcan una garantía superior a ésta generalmente será falsa, puesto que el responsable de cubrir dicha garantía no es el propio establecimiento, sino el fabricante del producto. No obstante, existen productos que por sus calidades los fabricantes ofrecen un mayor periodo de garantía, de 3 a 5 años.

Garantía del fabricante. Por otra parte, existen marcas o fabricantes que ofrecen garantías superiores a ésta, pero  muchas veces cobran por dicha garantía extra. Si un fabricante ofrece garantías superiores a los 2/5 años, debes tener en cuenta principalmente que se trata de una empresa con cierta trayectoria y prestigio dentro del sector del descanso, pues si quiebra o desaparece en pocos años, nadie cubrirá la garantía de la que gozabas cuando compraste el producto. Un fabricante de confianza debe pertenecer a la Asociación Española de la Cama.

Garantía de la tienda online o establecimiento. Las garantías que debe ofrecerte una tienda física no suelen estar en entredicho, pues el simple hecho de disponer de un local comercial y un dependiente ya genera confianza al consumidor aunque no siempre se corresponda con la realidad. Sin embargo, en las tiendas online no sucede lo mismo. A pesar del crecimiento del comercio electrónico en todo el mundo, en España aún hay un gran número de personas que desconfían de la compra a través de Internet, pero la realidad es que el medio online es cada día más seguro si sabes distinguir las páginas confiables. Te damos algunos consejos sobre qué debes tener en cuenta para realizar tus compras online con total seguridad:

  • Información de la empresa. La información que aparece en la página web acerca de la propia empresa (“Nosotros”, “Quiénes somos”, “Nuestra empresa”) suele revelar datos reales, que puedes utilizar para corroborar en Internet que dicha empresa existe, que está inscrita en el registro mercantil y que tiene una determinada trayectoria empresarial.
  • Apariencia y realidad. La primera imagen que adquieres de una página web nada más visitarla es importante, pues una empresa que dedica tiempo y recursos a mantener un buen diseño, una buena composición y un contenido actualizado y cuidado, es porque le otorga un importante valor a su plataforma online, y tú, como consumidor, también debes hacerlo.
    En este sentido debes fijarte que las fichas de los productos y las informaciones estén actualizadas, que las promociones vigentes no pertenezcan a meses atrás, que dispongan de un blog actualizado y que los productos se correspondan con los del catálogo actual de la marca (si es un producto de marca lo que te interesa). De esta forma te aseguras de que esa empresa y esa web siguen teniendo actividad y se esfuerzan por ofrecer un buen servicio a su cliente online.
  • Atención y respuesta. Una buena forma de comprobar si una tienda online es de fiar es llamando al teléfono de atención al cliente o enviando un formulario de contacto. Si no obtienes ninguna respuesta es probable que esa empresa no preste atención a su página Web, por lo tanto no merece que deposites tu confianza en ella.
  • Adhesiones oficiales. Las empresas que conocen el comercio electrónico y saben cómo gestionarlo y desarrollarlo, están adheridas  a colectivos como la Asociación Española de Comercio Electrónico y Márketing Relacional, o a entidades como Confianza Online, que se encargan de controlar la seguridad y regular los derechos del consumidor en Internet.
  • Política de Privacidad y Condiciones Generales. Una tienda online de confianza debe disponer de una Política de Privacidad y unas Condiciones Generales que el consumidor, antes de realizar la compra, puede leer y aceptar. En ellas debe detallarse qué deberes y derechos la empresa está obligada a respetar, y, asimismo, también el cliente. En estos documentos es importante que la empresa hable del trato de sus datos personales como cliente, de los plazos y zonas de entrega de los productos, y de la posventa y garantías de éstos.
  • Pago y servidor seguro. Cuando hayas comprobado que la empresa es de fiar, debes fijarte en que su página Web es segura, es decir, que a la hora de realizar un pago ésta dispone de un servidor seguro. Para ello, al llegar a la confirmación de tu pedido en la que debes indicar tu tarjeta de crédito deberás observar en la ventana de tu navegador que la dirección Web empieza por https:// en vez del común http://. Esta ‘s’ final indica que te encuentras en un servidor seguro que garantiza la privacidad y seguridad de los datos que vas a ofrecer. Sin embargo, si eres de los que confía en las intenciones de aquellos que venden por Internet, pero sigue sin confiar en los hackers y los virus informáticos, siempre puedes pagar tus compras a través de otras plataformas de pago seguro, como PayPal.

Garantías en tu asesor del descanso. Es fundamental que el establecimiento te ofrezca las principales garantías para que la compra de tu colchón no suponga un riesgo para ti. Sin embargo, tan importante como eso es un buen asesoramiento, pues de ello depende que sepas escoger el colchón más adecuado para ti. Cada persona es distinta físicamente, tiene unos gustos y unas preferencias distintas, e incluso unas costumbres que pueden determinar el colchón más adecuado para ellos. Si quieres apostar sobre seguro, debes poner a prueba a tu asesor, estudiar el producto, saber diferenciarlo, para poder dialogar con él qué es lo más interesante para tu descanso. Si un vendedor no es primero un asesor profesional y con experiencia, lo único que hará será venderte cualquier producto que le interese. En descanso esto no es válido, pues la satisfacción del cliente tiene que ver con su salud. Exige un correcto asesoramiento a tu vendedor, y si no es capaz de ofrecértelo, desconfía del producto que te está vendiendo.