Según un estudio publicado en la revista digital SLEEP, los científicos de la Universidad de Pittsburgh (EEUU) han demostrado que la falta de sueño puede modificar el efecto de las vacunas e incluso conseguir que no tengan ningún efecto en nuestro cuerpo.

Todos sabemos que dormir es imprescindible para la restauración y recuperación física, psíquica y sobre todo neuronal. Y que, por el contrario, dormir mal aumenta el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares, estrés, ansiedad, empeora el estado de ánimo de las personas, la capacidad de concentración y atención. Por si fuera poco, no descansar correctamente por las noches, también influye negativamente en el rendimiento escolar y laboral y provoca que comamos alimentos más grasos y menos sabrosos.

El estudio pretendía revelar la posible relación entre el sueño y la respuesta inmunológica del cuerpo tras inyectarle una vacuna. Los resultados demostraron que aquellas personas que dormían menos de 6 horas diarias, además de que fabricaban menos cantidad de anticuerpos, muchos de ellos quedaban inmunizados al efecto de la vacuna. Tras el estudio se extrajo la conclusión de que, aquellos que dormían menos horas durante la noche, sufrían mayor riesgo de quedar desprotegidos ante enfermedades.

Siempre os recordamos que lo primero es la salud y como sabéis, el descanso es fundamental para mantener nuestro bienestar. Lo más recomendable es aplicar una buena higiene del sueño e intentar cumplir los horarios recomendados por los médicos: 11 o 12 horas para los pequeños de la casa, 8 horas para los adultos y entre 6 o 7 horas para las personas mayores.