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El blog de los sueños y el descanso

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Consejos para dormir bien cuando estamos resfriados

En esta época del año, además de ver las playas abarrotadas de gente, es muy común ver algunos sufriendo un buen resfriado. ¿Verdad? Pues el cambio de temperaturas de un lugar a otro y el aire acondicionado a toda paleta, entre otros, provocan que muchos acaben por resfriarse o con la garganta algo resentida.

De esta manera, si al problema del exceso de calor por las altas temperaturas le sumamos las molestias derivadas de estar resfriados, conseguir dormir durante la noche puede resultar toda una pesadilla. Especialmente cuando la tos es continua y la congestión nasal fuerte.

Como sabéis, dormir es una necesidad vital y si no descansamos bien, nuestro cuerpo y mente se resienten considerablemente. A su vez, se ha demostrado científicamente que, cuando estamos resfriados y no dormimos bien, tardamos considerablemente más tiempo en recuperarnos. Pues, el descanso permite que el sistema inmune se refuerce y podamos superar antes la infección. Por tanto, nos encontramos ante un claro ejemplo de pez que se muerde la cola: nos resfriamos y no podemos dormir bien, y al no dormir enfermamos y nos cuesta más recuperarnos. A continuación te exponemos una serie de consejos que te ayudaran a superar con éxito el reto de dormir bien y durante toda la noche mientras estás resfriado.

Para acabar con la congestión nasal y poder respirar tranquilamente durante el sueño, es recomendable que, antes de irte a dormir, dediques un cierto tiempo a inhalar vahos. El truco favorece el hecho de despejar las fosas nasales y ayuda a obtener un mejor descanso. Para ello, únicamente debes hervir agua y añadir un poco de eucalipto. Otra recomendación útil que puedes poner en práctica para respirar mejor durante el sueño es dormir semi incorporado, es decir, con la espalda algo más elevada que el resto del cuerpo. Para conseguirlo, basta con colocar una serie de cojines extra junto a tu almohada habitual. De esta manera te resultará más fácil respirar que si te encuentras tumbado como de costumbre.

Otro truco que funciona muy bien para el mismo propósito es realizar lavados nasales con agua y sal. Para ello añadiremos un poco de sal en un cuenco con agua tibia y lo tiramos poco a poco dentro de la nariz y lo expulsamos por la boca. Del mismo modo, puedes utilizar suero fisiológico o  agua marina de las farmacias.

El dormitorio donde duermes cada noche también influye en la calidad del sueño. Especialmente cuando estamos resfriados, hay que prestarle mayor atención a la temperatura y la humedad que exista en el ambiente. Vayamos por partes, para obtener el ambiente óptimo para el descanso debemos procurar que la temperatura sea de unos 20 grados aproximadamente, para que no tengamos excesivo calor ni mucho frío. Y, para regular la humedad puede resultar bastante útil colocar un humidificador en el dormitorio, que hidrate las vías respiratorias y ayude a evitar los picores en la garganta y obstrucción nasal.

Como sabéis, uno de los síntomas más característicos de estar enfermos es la tos persistente que se vuelve más intensa durante la noche. Para acabar con ello existe un remedio popular algo curioso: colocar una media cebolla partida en la mesita de noche. Son muchos los que lo han probado y aseguran que funciona.

Antes de dormir, se recomienda tomar un baño o ducha de agua tibia para tratar de relajarnos y dormir mejor. También va bien prepararse un vaso con leche calentita y beberla antes de dormir.  Si no te gusta la leche, existe un remedio casero que funciona muy bien en estos casos para aliviar el dolor de garganta y la tos: calentar un poco de miel y limón y beberlo a cucharadas.

Por último, te aconsejamos que para cenar, tomes alimentos blandos como por ejemplo, una sopa de pollo y/o verduras, pues además de ser ligero, hidrata la mucosa de la garganta y ofrece buenos resultados antiinflamatorios y reduce la tos.

Por supuesto, recuerda que para recuperarte lo antes posible, también es recomendable que consultes con tu médico y, sobre todo, que descanses y reposes mucho. Pues, os recordamos que el descanso adecuado es mejor aliado para recuperarse y sentirse mejor, por dentro y por fuera. 

 

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